Un libro sin duda interesante que cuestiona la esencialización identitaria judía en torno al Estado y que actualiza la polémica en el mundo intelectual francés actual (Finkielkraut vs. Badiou, también Milner). Vuelve la "desarabización" (bien planteada en la película Ruta 181) como uno de los pilares del sionismo político ramplón que pretende hegemonizar y homogeneizar la representación de las historias judías diversas. En otras palabras: la ecuación judaísmo=Occidente (con pretensión de univocidad por cada uno de los términos) puesta en tela de juicio.
La lucidez de Daniel Bensaïd no necesita presentación.
http://revuedeslivres.net/articles.php?idArt=480
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El problema que nos atañe también a muchos de los que firmamos en este blog, es esa necesidad de extender certificados de "kosher" solamente a quienes firman un cheque en blanco (es decir, sacrifican el concepto maximalista -profético- de justicia en favor de):
ResponderEliminar1- las arbitrariedades y brutalidades cometidas en nombre del Estado nación (que el sionismo político por pereza encontró como proceso de "normalización" frente a una pretendida anormalidad diaspórica -paradójico antisemitismo del movimiento sionista según Eyal Sivan);
2- a un militarismo desbocado que supuestamente resguarda la memoria del genocidio perpetrado por el "Occidente" culto durante la segunda guerra mundial;
3- a la autorreferencialidad (¿islamofobia a secas?) de eso que se da en lamar "Occidente", la locura de querer falsear el mapa y trasladar el Poniente al corazón del Levante.