Obama: ¿el primer presidente estadounidense judío?
Por: MarwanBishara
Publicado en Al-Jazeera, 22 de septiembre del 2011
Fuente: http://english.aljazeera.net/indepth/opinion/2011/09/201192216365733499.html
Al escuchar el discurso de Obama del pasado miércoles [21/09/2011] en las Naciones Unidas, muchos .asentirán con la cabeza con ese titular, incluso en Palestina y el mundo árabe.
El presidente estadounidense ha adoptado la posición negacionista israelí sobre la cuestión del reconocimiento internacional a un Estado Palestino.
Pero esa no es una posición judía. Es una posición sionista radical. Muchos judíos, incluyendo judíos estadounidenses e israelíes, no comparten tales puntos de vista extremos.
Pero el hecho de que Obama sobrepasó a su predecesor George W. Bush -el más radical sostenedor de Israel de entre los presidentes estadounidenses- ha dejado a todo el mundo pasmado.
El nuevo presidente sionista de los EEUU suena como los mismos próceres fundadores del Estado de Israel.Nunca antes se ha escuchado a un presidente de los EEUU leer directo de un libreto del propio gobierno israelí.
Propaganda hecha pasar por historia
Uno pensaría que luego de seis décadas de despojo, cuatro décadas de ocupación y dos décadas de proceso de paz, el presidente Obama reconocería una discrepancia política y moral que necesita ser corregida.
Que él subrayaría -no socavaría- sus propias palabras, pronunciadas en El Cairo hace un año y medio acerca de la necesidad de que Israel detuviera sus asentamientos ilegales en Palestina.
Que él subrayaría –no socavaría- su propia retórica acerca de libertad en la región árabe.
O que él subrayaría –no socavaría- su propio énfasis de apertura acerca de una paz basada en el retiro [de los territorios ocupados], no más de la misma lógica de guerra.
Pero vaya, El presidente Obama socavó la totalidad de su eslogan “Cambio en el que podemos creer”.
Su narrativa está inspirada por lo peor de la propaganda oficial israelí. De hecho, mucho de esa narrativa está “cortada y pegada” de ese libreto oficial israelí.
Obama habló de “hechos” históricos que hace ya mucho que han sido repudiados por historiadores israelíes y de verdades que son nada más que interpretaciones unilaterales de una situación política.
Obama afirma que los árabes lanzaron guerras contra Israel, pero en realidad es Israel el agresor, habiendo lanzado o instigado guerras en 1956, 1967, 1982, 2006 y 2008. Sólo la guerra de 1973 fue iniciada por árabes, solamente para recuperar territorios ocupados luego de que Israel y EEUU rechazaran las ofertas de paz de Anwar Sadat.
Obama subrayó el trabajo de los israelíes en forjar un Estado exitoso en su “patria histórica”. Pero la mayoría del mundo -y ciertamente el mundo árabe- vio la incepción de Israel como a un proyecto colonial con pretensiones teológicas.
Serbia también cree que Kosovo es el lugar de nacimiento de su nación. ¿Debería permitírsele a ellos crear un Estado exitoso propio, un Estado exclusivamente Serbio, en ese territorio?
¿Deberían todos y cada uno de los pueblos ocupados buscar de acomodarse con sus ocupantes sin la intervención de la comunidad internacional? ¿Es así cómo las naciones africanas y del medio oriente ganaron su independencia de las potencias coloniales europeas?
¿Debería un pueblo entero continuar viviendo bajo ocupación hasta que su ocupante está satisfecho con las condiciones para una rendición?
Es la política, estúpido
Uno de cada dos comentaristas políticos en EEUU te recordaría que no debes esperar mucha acción de un presidente estadounidense durante un año electoral.
Como Heilemann lo ilustra en su artículo, la carrera política de Obama se construyó sobre la base de sus relaciones con generosos donantes judíos en Chicago.
De hecho, la persona que más dinero recaudó para el Partido Demócrata durante las últimas décadas se transformó en el Jefe de Gabinete de Obama: Rahm Emmanuel. Hoy es el Alcalde de Chicago.
Pero no es solamente acerca de dinero. Es también acerca de apoyo crucial en el Congreso en temas urgentes de política local que pueden hacer o quebrar la presidencia de Obama. Y el lobby israelí –AIPAC- puede llegar a hacer miserable la vida del presidente en el curso del próximo año.
Ahora, yo entiendo todo eso.
¡Pero lo que no entiendo es porqué es aceptado como un fait accompli!
¡Como si fuera la naturaleza de la política! ¡Tómalo o déjalo!
Si este es el caso, entonces al menos llamemos las cosas por su nombre, y nombremos la(s) administración(es) norteamericanas por ser lo que tantos parecieran decir que es: no judía o sionista, sino hipócrita.
Esa administración habla de justicia pero desarrolla políticas injustas. Habla de represión, pero promueve su propio interés a cualquier costo. Predica sobre libertad pero apoya la ocupación. Habla de derechos humanos pero insiste en delegar sobre el lobo, y solamente sobre el lobo, el cuidado del gallinero.
La tomada de pelo es a todos
¿Por qué deberían los palestinos ser víctimas de la política interna de EEUU, mientras son mantenidos como rehenes de la política israelí durante las últimas seis décadas? ¿Por qué deberían la mayoría de los israelíes continuar viviendo en un estado-guarnición, incapaz de normalizar sus relaciones con sus vecinos?
¿Por qué deberían los estadounidenses solo mirar mientras sus políticos son rehenes de una potencia extranjera y sus influyentes apoyos?
El lobby judío pro-israelí J-Street comentó acerca de la alarmante alcahuetería hacia Israel, no sólo entre demócratas sino incluso sobre republicanos, diciendo: “no hay límite, al parecer, en cuán lejos pueden llegar los políticos estadounidenses en esto días en su alcahuetería a favor de Israel con tal de ganar provecho político”.
Si bien hubo en el pasado una lógica estratégica para el apoyo de EEUU a Israel, la alcahuetería actual de Washington no tiene mucho sentido.
Washington ha usado su influencia en Israel como palanca estratégica para frenar a los líderes árabes. “Sólo EEUU puede contener a Israel en guerra y forzarla a hacer concesiones en diplomacia”, pensaron alguna vez los líderes árabes.
Pero los dictadores árabes -aquellos que ya sea explotaron Palestina para acumular apoyo popular en sus países, o traficaron Palestina a cambio de favores occidentales- pertenecen al pasado.
Los árabes de hoy en día están amargados y enfadados frente a la complicidad EEUU-Israel en Palestina, y no serán tan fácilmente controlables o sobornables como sus caídos dictadores.
Traducción del inglés:
Rolando “el negro” Gómez
Coyoacán, 25-09-2011
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