martes, 29 de septiembre de 2009
"Vals con Bashir": hoy a las 19 hrs. última película de "¿Paz o pax en Medio Oriente?"
Martes 29/9 a las 19 hrs. en la sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario para ver Vals con Bashir, Comentan Carmen Aristegui, Rafael Barajas El Fisgón y Marcos Límenes. Modera Pedro Miguel.
Otro gran ejerccicio de memoria y testimonio en lengua hebrea no desde el lugar de la víctima sino del victimario. Aquí la ficción veraz de la animación se presta para un dolorosísimo proceso testimonial de responsabilidad para con el otro: el otro que deja la animación para aparecer en imagen documental exigiendo justicia.
Es cierto que el cine conmueve, Aristegui dijo que "no necesariamente nos permite entender" y es cierto: si la comprensión se entiende en sentido estricto, no es suficiente para entender. El cine narra. Y se trata de una narración que es ficción veraz, como dice Benjamin, autor de "El narrador" en tanto no se presenta como cúmulo de información sino como transmisión de experiencia.
En este ciclo aprendimos y comprendimos el miedo, el dolor y la humanidad de los protagonistas de una escalada de odio que fue montada y que por lo tanto es posible y necesario, con paciencia y responsabildad, desmontar. Este ciclo (y el que lo seguirá en 2010) tienen la esperanza de que la razón ética y la imaginativa que se despiertan frente a la pantalla nos ayuden en ese desmontaje. El cine hoy está pudiendo ver y hacer ver otros aspectos que los trabajos académicos no alcanzan a teorizar. Se trata de un lenguaje que puede decir mucho más que lo que la academia quiere decir. La razón ética puede ofrecese como una línea de fuga ante el impasse al que conduce a los pueblos la palabra mendaz de la Realpolitik.
Otro gran ejerccicio de memoria y testimonio en lengua hebrea no desde el lugar de la víctima sino del victimario. Aquí la ficción veraz de la animación se presta para un dolorosísimo proceso testimonial de responsabilidad para con el otro: el otro que deja la animación para aparecer en imagen documental exigiendo justicia.
Es cierto que el cine conmueve, Aristegui dijo que "no necesariamente nos permite entender" y es cierto: si la comprensión se entiende en sentido estricto, no es suficiente para entender. El cine narra. Y se trata de una narración que es ficción veraz, como dice Benjamin, autor de "El narrador" en tanto no se presenta como cúmulo de información sino como transmisión de experiencia.
En este ciclo aprendimos y comprendimos el miedo, el dolor y la humanidad de los protagonistas de una escalada de odio que fue montada y que por lo tanto es posible y necesario, con paciencia y responsabildad, desmontar. Este ciclo (y el que lo seguirá en 2010) tienen la esperanza de que la razón ética y la imaginativa que se despiertan frente a la pantalla nos ayuden en ese desmontaje. El cine hoy está pudiendo ver y hacer ver otros aspectos que los trabajos académicos no alcanzan a teorizar. Se trata de un lenguaje que puede decir mucho más que lo que la academia quiere decir. La razón ética puede ofrecese como una línea de fuga ante el impasse al que conduce a los pueblos la palabra mendaz de la Realpolitik.
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