jueves, 22 de enero de 2009

Las cartas de Judit Bokser

y las réplicas de varios convocantes están

aquí.

4 comentarios:

  1. soy estudiante de historia, de Argentina, y realmente me da pena que no se aprenda de las experiencias, no tengo nada contra los judios Y no practico el odio contra los mulsumanes, en mi pais no nos enseña esta pasión tan idiota que tienen los orientales, creo que Dios , Ala o el Dios del sol quiera esto, y las actitudes cobardes e ignorantes de estas personas que matan por placer .... ni los judios, ni mulsumanes dan ejemplo de nada ni de amor, ni de paz, tienen tanto odio que sus niños nacen enfermos de rencores heredados. No tiene piedad ni por sus hijos, son puro bla, bla como decimos en la ARGENTINA, HABLAN DE PAZ Y NO LA SABEN NI DEFINIR, HABLAN DE MUERTE ESO SI SABEN LO QUE ES. En Argentina cuando volaron la AMIA Y LA EMbaJADA DE ISRAEL TODO EL PUEBLO SUFRIO, NO SOLAMENTE LOS JUDIOS QUE MURIERON INJUSTAMENTE POR ASESINOS COBARDES QUE TRAJERON A MI PAIS UNA GUERRA O UN TERRORISMO QUE NO ES NUESTRO ACA LOS MULSIMANES Y JUDIO LOS VEO EN TODOS LOS ACTOS E INCLUSO COMPARTEN RESPETUOSAMENTE ACTIVIDADES APRENDANNNNNN!!!! MIREN A SUS NIÑOS Y CAMBIEN .....
    SALUDOS Y PAZ PARA TODOS

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Mensaje de Gabriela Wolochwianski para el blog:

    Leyendo un poco sobre esta iniciativa me empiezo a enterar de cosas que no sabía, como lo de los shministim, lo del Foro Israelí-Palestino de Familias de Caídos en Pro de la Reconciliación y la Paz, lo de Jewish voice for peace. Hace más de 20 años, cuando viví un tiempo en Israel, conocí a la gente de Yesh Gvul http://www.yeshgvul.org/about_e.asp, y realmente me pareció que requería mucho valor esa iniciativa en un país donde ni siquiera podés hablar si no fuiste al ejército. Veo que, a pesar de la constante derechización de la sociedad isrealí persisten las voces que quieren la paz y que saben que no hay paz posible en Medio Oriente sin una convivencia pacífica de los pueblos, con respeto por las diferencias y con igualdad de condiciones políticas, sociales, económicas.
    Con respecto a esta inicitiva en particular y los interesantes debates que suscitó, se me ocurren algunas ideas:
    1) Me parece que lo primero que hay que reconocer es que LOS NIÑOS SON SIEMPRE VÍCTIMAS. En principio, los niños no eligen dónde nacer, no eligen gobiernos, no eligen políticas, etc. Va contra todas las convenciones y leyes internacionales matar niños, no creo que haya siquiera que aclarar o debatir este punto.
    2) Algunos se preguntan por qué esta iniciativa sólo apela a la adopción de niños palestinos en Gaza y no a la adopción de víctimas israelíes. Más allá de las razones filosóficas tan bien expresadas ya en este blog, creo que hay una razón muy sencilla y que tiene que ver con la naturaleza misma del acto de adopción. A las víctimas israelíes no las podemos adoptar porque ya son nuestras, (ya que la iniciativa parte de un grupo que se reconoce como judío). Sólo podemos adoptar a quien no es de nuestra sangre. La adopción es un acto de amor infinito, es comprometerse a amar a alguien que no parimos y nos necesita. Entiendo que es un llamado a despertar conciencia y debate y es en ese sentido que creo que su objetivo se va cumpliendo.
    3) Otro cuestionamiento que he visto es por qué solidarizarse con los palestinos y no con otros niños que mueren día a día en diferentes partes del mundo. En este sentido me parece que hay que recordar la frase bíblica de "quien salva a un hombre, salva a la humanidad". Sólo se pueden sumar granitos de arena, imagino que quienes lanzaron esta iniciativa, lo hicieron porque se sintieron conmovidos en este momento por este conflicto, lo que no quiere decir que no les importen los demás niños en idénticas situaciones. Los totalitarismos, las guerras, generalmente tratan de "despersonalizar" a sus víctimas, en los noticieros se nos presentan números de personas muertas, heridas, etc. Sin embargo, la mayoría de las personas no se conmueve ante un número, se conmueve ante una persona, con nombre, con historia, alguien con quien uno se puede identificar. Me parece que este intento de dar nombre e historia a las víctimas y no tratarlas como un simple número de muertos es muy valioso. Ojalá esta iniciativa resulte inspiradora y se generen otros grupos que adopten niños, vivos o muertos, víctimas de las guerras, el hambre, la violencia y la irracionalidad del mundo de los adultos. Me parece que es más fácil decir estoy en contra de la muerte de niños en tal o cual conflicto que asumir el compromiso y decir, me duele la muerte de este niño, a quien adopto, es también mío y su muerte me duele porque de algún modo lo conocí.
    Eso es todo por ahora, seguiré de cerca este blog.


    Gabriela Wolochwianski

    ResponderEliminar
  4. Errata al pto. 3) del comentario de Gabriela W:
    la cita no es bíblica sino talmúdica.

    ResponderEliminar