Iniciativa ciudadana “Adopta a un niño muerto”. (El terrible nombre)
Nos preguntaron una y mil veces por qué dimos ese nombre tan terrible a nuestra iniciativa, por qué exhortar a un acto imposible, si acaso no es hora de cambiar de nombre. Contestamos una y otra vez que de eso precisamente se trata: de apelar (derridianamente) a la imposibilidad para dar la cara al horror y a la vergüenza, para invocar el perdón. Hay quienes prefieren adoptar niños huérfanos, o incluso mandar dinero a Gaza para pagar su educación: adelante, no dejen de hacerlo. Sin embargo esta iniciativa no es altruista, y procura evitar por todos los medios cualquier sensación de autocomplacencia. Pero eso no invalida a otras iniciativas.
Aclaramos una vez más: no se puede adoptar a un muerto, lo sabemos. Pero al pronunciar el oxímoron recordamos que adoptar jamás es poseer. Nada se disputa con los padres de los niños muertos: a lo sumo, se los adopta, y adoptar a los padres significa prestar la boca para testimoniar por la memoria de sus hijos. Aunque sea para hacer resonar sus nombres en los confines del pensamiento y de las lenguas.
Hoy inicia el ciclo “¿Paz o pax en Medio Oriente?” que más que una pregunta es una apuesta por la paz, con Z mayúscula (no con P). La película que vamos a ver (“Punto de encuentro”) funge como diapasón para todo el ciclo: cansados de esperar acuerdos cupulares, “huérfanos” de ambos lados (padres y hermanos que perdieron a sus seres queridos en este conflicto) deciden acercarse a partir del dolor. Todas las palabras parecen inadecuadas para describir lo que pasa: no tenemos nombre en nuestras lenguas occidentales para la “orfandad” de hijos o de hermanos, Lev Grinberg llamó a la situación en Palestina-Israel “la cosa sin nombre”. Por eso mantenemos la cacofonía: para no olvidar ni por un instante nuestra responsabilidad para con el otro, que es otro nombre del mismo desasosiego.
Silvana Rabinovich
Me parece que derridianamente, un gesto tan comprometido, tan en el límite de lo imposible pero también de lo sensacionalista, no debería institucionalizarse. Estoy en contra de crear una iniciativa ciudadana (la sola etiqueta ya me da rabia) con ese nombre tan terrible y quisiera pronunciar mi desacuerdo. Me parece que la responsabilidad para con el otro sería hacer la reflexión de cualquier gesto con temor y temblor y no con certeza, ya sea del dolor, del testimonio o de la memoria (sobre todo, de una que al invocar el perdón, no tome en cuenta la complejidad geopolítica de "la cosa sin nombre".)
ResponderEliminarQuién sabe por qué una "iniciativa ciudadana" suene a institución, si para no serlo ni siquiera se autodefine como "colectivo". Somos seres humanos que de manera estrictamente personal nos encontramos justamente allí donde el temor y el temblor nos permitieron librar el impasse mortífero al que un discurso institucional militarista (escudado en la "complejidad geopolítica" que apuesta todo al enmudecimiento de la ética) quería orillarnos. Cada uno tiene sus propias convicciones y motores por los que se cruza con los otros sin intención proselitista (en mi caso adhiero al sionismo buberiano anarcosocialista y profético, ¿una jeremiada?).
ResponderEliminarTemor sí, pero ya sin miedo ante las amenazas (ésas sí institucionales), sin más miedo al linchamiento del que algunos supimos en todos los niveles, anatema al que se nos sometió por decir al mundo gentil aquello que estábamos cansados de dejar caer en el vacío intramuros de la institución.
¿Certeza? Sí: ni una muerte más en manos de nuestros hijos. Buber escribía en 1939 que los pseudo-sansones no se dan cuenta que son los filisteos del momento, que quien asesina al modo de los "sansonizados" asesina a su propio pueblo, y profería esto:
"Y ésta es la estafa más turbia y fraudulenta de todas: que la redención puede ser obtenida por medio del pecado, si es que el pecado desde el inicio está orientado en nombre de la redención. Si el pueblo justificara el acto asesino, si se identificase con sus perpetradores, y con esto se haría cargo del pecado como si fuera propio, no heredaremos a nuestros hijos una tierra libre y pura, sino una cueva de ladrones en la que vivirán y crecerán sus hijos."
70 años después las palabras de Buber deben hacerse escuchar, ya no se trata del terrorismo juvenil sino de un ejército más potente que el de los filisteos que con armas de altísima precisión masacra a más de un 50% de civiles (cf. último informe de la ONG B'tselem). Por eso tal vez este terrible nombre cause escozor. No conocemos los reglamentos del ejercicio de la responsabilidad para con el otro, este es un humilde intento que se manifiesta con el ciclo de cine-debate, con actos académicos y artísticos, con los que cada uno puede aportar para desmontar el odio montado, sabiendo que son pequeños gestos sin grandes pretensiones.
¿Sensacionalismo? En el caso de este terrible nombre se escucha más bien en italiano... "senza nazionalismo", que para sensacionalismos tenemos a la prensa (¿hasbarah?) de ambas partes.
...Pero nadie está obligado a adherir a él, ni siquiera a aceptarlo.
Iniciativa ciudadana, aunque no se conforme como un colectivo homogéneo, es una institución (y lo más curioso es que el hablas en un "nosotros" en tono predicador incluso en su negación "No conocemos los reglamentos del ejercicio de la responsabilidad...").
ResponderEliminarPara empezar, una iniciativa ciudadana se refiere a la posibilidad amparada por la constitución para que personas presenten peticiones sobre un asunto público. Entiendo que en Israel-Palestina hayan asociaciones civiles, pero no entiendo qué tiene que ver adoptar un niño muerto con un referendum.
Lo que yo no tolero no es tanto que se haga una iniciativa ciudadana o incluso un colectivo para hacer un ciclo de cine o actividades académicas sino el nombre "Asociación civil adopta a un niño muerto". Yo en lo personal creo que el gesto de adoptar a un niño muerto fue un error, por lo siguiente:
1. Por esa retórica del sentimentalismo (aunque se escude en una filosofía de la alteridad), por el discurso de la fraternidad, de la apropiación del padecimiento, de la foto en el bolso, por la violencia que puede haber en una etiqueta de blog o en una denominación "niños muertos", por ser acríticos con una estética del sufrimiento, es decir, usar las fotos de los niños muertos, porque incluso los despojaron hasta del pudor.
2. Porque es muy fácil ponerse de parte de los niños o de los ancianos, ¿por qué no contar a mujeres y a hombres adultos? ¿Por qué señalar que es por las muertes de menores cuando supuestamente se habla de un 50% de la población civil.
3. Porque no todo discurso que tome en cuenta la complejidad geopolítica del Medio Oriente y la historia del conflicto es un impasse mortífero del que hay que liberarse para que la ética hable (lo que sea que eso quiera decir). En mi opinión, lo del niño muerto causa repudio, aventó a mucha gente que podía haber estado más abierta a escuchar otra visión del conflicto distinta a la de la prensa.Yo hubiese preferido no utilizar de esa manera la memoria de las familias en duelo.
Estimada Miriam: Entiendo que hay componentes de este conflicto que llegan a
ResponderEliminarmolestar, el de haber tomado un hecho , el de los niños muertos, y sobre ese
hablar, puede tener un componente de chantaje sentimental, de acuerdo a su
razonamiento, pero creo que no sería menor el posble chantaje, el de hablar
sobre los ancianos, las mujeres. En fin , los muertos. El hecho es tomar el
componente humanos de los muertos, o sea los asesinados, esa es la palabra,
quizá nos equivocamos, y deberíamos haber denomindo a la iniciativa civil
adopte un niño asesinado. Si hay personas que no se han acercado a la
iniciativa o a entender un poco más el conflicto histórico del colonialismo
sionista y el pueblo palestino, por esa razón, es porque realmente son
hipócritas y desean esconder la cabeza en el hueco de la excusa.
Son 60 años , por lo menos de conflicto, creo que es un buen tiempo, para
intentar tomar una distancia sana y analizar el conflicto sin tapujos
sentimentales familiares o tribales.
Cierro momentáneamente con esto, hasta la próxima
Eduardo Mosches
De una iniciativa ciudadana a una asociación civil hay una distancia. Para el caso la diferencia no es de grado, es de naturaleza. La “asociación civil” se inscribe en los códigos del derecho, el gesto de adoptar a un niño muerto por el ejército israelí durante la ofensiva militar en la Franja de Gaza se inscribe del lado de la justicia.
ResponderEliminarEl derecho queda del lado de la moral; la justicia, del lado de la ética. Entre moral y ética la diferencia tampoco es de grado. A diferencia de la moral, siempre coyuntural y cambiante, la ética compromete la condición existencial de la especie humana. Del lado de la moral, la prédica; del lado de la ética, el acto.
“Adoptar un niño muerto” no es sólo un nombre de una iniciativa ciudadana, con el que se puede acordar o no acordar. Por eso no queda del lado de la estética, ni de la retórica (sentimentalista u otras), ni de la prédica. “Adoptar un niño muerto” fue un acto, que es respuesta (de ahí: responsabilidad). El 23 de enero de este año, algunos firmantes de la iniciativa (no todos), cada uno y en primera persona, adoptó un niño muerto, un niño palestino muerto por la acción asesina de un Estado.
Una vez más: adoptar un niño muerto es, en un sentido, un acto imposible. Es también un acto de resistencia que se afirma en lo que tropieza, en lo que necesariamente fracasa. Lejos del humanitarismo, de la compasión y del altruismo culpable, de las buenas intenciones; conciente de lo que radicalmente me (y nos) separa de unos padres devastados por la muerte de un hijo, adoptar un niño muerto es testimonio (que porque “no tematiza aquello que testifica”, custodia la hiancia absoluta, la excedencia).
Por eso, después de este acto que nomina, ninguna –cito a Miriam Jarade- “retórica del sentimentalismo”, ningún “discurso de la fraternidad”, ninguna “apropiación del sufrimiento”. No sé a qué “foto en el bolso”, se refiere Miriam (me molesta profundamente -por la mala leche, dirían en mi país- ese señalamiento fetichista de la “foto del bolso”. Quizá, no esté de más señalar que las fotos de los niños, que nos acompañaron ese 23 de enero, ni siquiera están en el blog). En todo caso, basta con navegar en el blog para advertirlo.
Después de ese acto que nomina, continuamos (no hago aquí más que retomar nuestro programa del ciclo de cine) “con el gesto de acercamiento, en la apuesta de que lo ilegible en cada una de las lenguas (el árabe y el hebreo) pueda acceder a la dignidad de una palabra herida, una palabra vulnerable que deje advenir un lazo amoroso, que es también obligación, responsabilidad con el otro”.
Quizá habría una forma más “nice” (como se dice ahora), políticamente (¿o moralmente?) más correcta, de nombrar la respuesta. Pero no buscamos afiliaciones (el carnet, parafraseando a Leo Masliah), ni nos disuaden los espantados morales; sino filiaciones, que es transmisión y apuesta. Fundamentalmente apuesta.
Cito el texto que está en la columna derecha del blog: "Trataremos de conocer mejor a nuestros pequeños muertos, de averiguar detalles de su vida, de tener una foto con nosotros." (de ahí lo de la foto, la retórica del sentimentalismo)
ResponderEliminarCito de nuevo la misma columna : "creemos que es posible transformar el sufrimiento de nuestros semejantes en una base para la fraternidad y la convivencia, a condición de que seamos capaces de aproximarnos a ese sufrimiento y que tratemos de percibir lo que sienten las víctimas" (de ahí la fraternidad y la apropiación"
También en la columna derecha, está el link "Algunos de los niños muertos en Gaza", ninguna reflexión en el blog sobre esas imágenes y sus leyendas, que deberían ser privadas. (no hay mala leche en ello).
Y por último, hablo por mí, para mi la respuesta política seria y la que anima mi reflexión no tiene que estar guiada por un acto contestatario contra el fantasma de alguna dictadura ahora representada por otras formas de reflexionar que no necesariamente entienden lo mismo por "ética", por "testimonio", por "respuesta" o aún más complicado "justicia". ( o acaso estás segura de cuál es el lado de la justicia)
Ahora, si adoptar a un niño muerto fue un gesto o un acto que alguno decidimos también adoptar para mostrar nuestro desacuerdo con los ataques de parte del ejército israelí a la población civil en Gaza y con una retórica que descarta el duelo de los palestinos y los erige en enemigos, ¿por qué no nos preguntaron si estábamos de acuerdo en que ese gesto se convirtiera en la bandera de una iniciativa ciudadana y de una agenda política?
La definición de iniciativa ciudadana en wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Iniciativa_popular
Miriam, repito que respeto tu decisión personal de dejar esta iniciativa pero considero que tu decisión no tiene por qué ser compartida por todos y aspiro a que respetes la de cada uno que aquí sigue.
ResponderEliminarAhora bien, no comparto tu preferencia excluyente por los (bienvenidos, claro) pronunciamientos de intelectuales de renombre que se manifiestan en el tema (preferentemente en otras lenguas) y creo que en tu rechazo resuena un clasismo que marca un límite infranqueable para mí (tanto como para tí lo es el lenguaje, sin duda impreciso, que descalificas reiteradamente). Con todos los tropiezos lingüísticos y el nombre repugnante (que sólo se hace eco de una repulsiva banalidad del mal) creo que este grupo de gente está haciendo propuestas valiosísimas como el ciclo de cine-debate que, lejos de pretender decir la última palabra, sólo se propone empezar a balbucear algo, aflojando certezas acerca de cada una de las partes en conflicto (y vaya que lo está logrando). Todos estamos aprendiendo mucho, sin distinguir grados académicos(y mira que entre los firmantes hay sabios para mí venerables, galardonados internacionalmente, que tienen la humildad de aprender de los demás, sin exigir credenciales académicas). El ciclo de cine y el de conferencias de Lev Grinberg, que tienen lugar en la UNAM, así como la traducción de los escritos políticos de Buber que serán presentados el 12 de octubre, están logrando dar un panorama amplio de información y propiciar una reflexión que en nuestra lengua (por lo que sé) no existe (es muy posible que tú en Francia veas cosas mucho mejores, pero es lo que modestamente podemos hacer, por ahora, aquí).
Y en cuanto al "fantasma" de las dictaduras... te felicito por considerarte exenta de él, especialmente en estos tiempos.
Algo que no entiendo: ¿en qué te basas para decretar que esas imágenes, que fueron tomadas de internet y no de las carteras de sus madres, "deberían ser privadas"? ¿Te preguntaste qué hacen en internet? Y no voy a seguir tomando entre comillas cada palabra tuya porque la respeto por ser tuya (sin adherir a muchas ellas). ¿Por qué tú no respetas que otros se expresen de manera diferente a como tú lo harías?
Hace tiempo, cuando abandonaste por primera vez este blog, te expliqué que yo firmaba todo aquello que no contradecía de manera flagrante mis principios, porque creo que no tengo la única palabra válida y la manera cabal de decir algo tan difícil de formular. Que no me obstino con la formulación más perfecta sino que acepto la que puedo hasta donde puedo porque proviene de otros que van en el mismo sentido y merecen respeto y cabida (y sobre todo: nadie me dijo a mí que pienso mejor que los demás). Porque una inquietud nos convoca y es insoportable seguir solo ante esto (yo por mi parte llevo más de 26 años en esa soledad).
Hay un tango que dice "sus ojos se cerraron y el mundo sigue andando" ¿nos permitirías (y perdón por el uso de la primera persona plural, que también es de otra época) "seguir andando" a pesar de que tú hayas decidido "cerrar los ojos" al nombre de este intento o al conjunto de sus propuestas?
Y coincido contigo en que es importante discutir, pero partiendo de que nadie es juez supremo y que de cada uno -sin distinguir grados- hay algo que aprender.
Silvana
ResponderEliminarTe agradezco mucho tu comentario. Como te lo he dicho antes, yo creo que lo que esta iniciativa ha logrado es valiosísimo, el ciclo de cine, la traducción de Buber o la invitación de Lev me parecen por demás loables. Los respeto y admiro también. Sin embargo, creo que la mayoría de los que participamos en esto nos dedicamos al pensar, y ahí también se juega nuestro compromiso ético. No son posturas intelectuales importadas, el lenguaje, las expresiones, la reflexión sobre la representación SON políticas, si me lo permiten. Ahora bien, seguir sosteniendo lo de la adopción del niño muerto contradice de manera flagrante mis principios.
No creo y nunca he creído en la mediocridad, decir eso es lo que logramos aquí; aquí o allá, tenemos un compromiso con la reflexión y con la dimensión poética de la lengua, con las palabras y con las imágenes, malgré tout, como se ha hecho en el cine-debate o como se hace en muchos artículos del blog.
En cuanto a las fotografías, yo pienso dos cosas, están en internet por una parte, queramos aceptarlo o no, porque han sido utilizadas por cierta propaganda (no sólo el sionismo es ideológico), por otra parte, porque esas fotos terribles son el único documento para el reconocimiento de esas muertes. Mostrarlas no implica develarlas, sino intentar cubrirlas de el respeto ante la muerte.
No creo estar cerrando los ojos por opinar así,(¿hasta dónde realmente estamos abiertos a las formulaciones que provienen de otros, a las que no van necesariamente en el mismo sentido, en otras lenguas o en otras direcciones?), seguramente el mundo seguirá andando, yo seguiré pensando que excepto ciertas fórmulas con las que no adhiero, la iniciativa es muy valiosa y el mundo por suerte seguirá andando.
Soy Gladis Banegas, de Paraná- Argentina
ResponderEliminarQuiero expresarles mi apoyo, total y libre. Es maravilloso esto que realizan. Están abriendo caminos nuevos, los felicito y saludo a cada uno con mi responsabilidad de hablar acerca de un Niño Muerto en Gaza. Animo a todos ustedes a seguir que esto es muy grande!
Hola
ResponderEliminarSoy Denisse y soy de Mexico
Estoy interesada en adoptar a un niño
Actualmente soy mamá de 3 hijos y me encantaria poder ayudar
Mi correo es castellanosdenisse@yahoo.com.mx
Si me pudieran mandar informacion gracias
Adoptar a un niño muerto no sirve, ni adoptar a un niño asesinado. Adoptar a un niño vivo para que no sea asesinado y por consecuente, esté muerto, ahi es donde hay que participar, adoptando niños vivos.
ResponderEliminarPero adoptándolos no soluciona el problema. Si no hay asesinos no habrá asesinados.
No adoptemos niños, ADAPTEMOS a los asesinos. Sin asesinos no hay asesinados. EVITEMOS que la gente asesine. ( y ese es sólo un delito, hay muchos más.) Hay que resolver el origen del problema.
Gracias
Estamos de acuerdo, Anónimo, esto lo puedes ver en la justificación. Adoptar a un niño muerto no es otra cosa que testimoniar por la barbarie que se hace en nombre de la cultura.
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