lunes, 16 de abril de 2012

Uri Avnery: Netanyahu compara Israel con Siria e Irán, así contribuye a la deslegitimación de Israel

Gracias a Eduardo Mosches por el envío.

Avnery: Netanyahu compares Israel to Syria and Iran, thereby himself contributing to thedelegitimation of Israel. The aggressive conduct at the airport exhibits to the entire world the image of Israel as a police state

"In the height of demagoguery, Binyamin Netanyahu calls upon peace and human rights activists to go Syria and Iran, and this pack of absurdities go echoing though the official and unofficial government mouthpieces. The Prime Minister did not notice that exactly by making this comparison he is putting the State of Israel on one level with these oppressive regimes and himself significantly contributes to the delegitimation of Israel" said former Knesset Member Uri Avnery, Gush Shalom activist.

"Today is a black and shameful page in the history of the State of Israel. The massive aggressive play staged today at Ben Gurion Airport, the hundreds of police flooding the terminal, the systematic hunt for every traveler who dared to openly admit being headed to Bethlehem, as if this was the most horrible of crimes, the hysterical assault on a handful of Israeli peace activists who dared to express a dissident opinion, the worldwide campaign of pressures and threats to make airlines cancel the flights of hundreds of passengers. Had the government set out to exhibit to the world the image of an ugly Israel - oppressive, aggressive, nationalistic, tolerating no criticism - then today was a huge success. But if they had wanted to corroborate the assertion that Israel is "the only democracy in the Middle East", the government's conduct conveyed
the very opposite message. The government's "victory" over the the international activists was the very epitome of a pyrrhic victory.

The Assad regime in Syria is already for a year facing worldwide condemnation for its atrocities, and now the international community is finally beginning to intervene there, even if too little and too late. Courageous human rights activists in Syria are risking their lives to transmit messages and images, and deserve all respect and honor. All this does not clear or exonerate the State of Israel of its responsibility for the last 44 years - more than two thirds of its entire history – in which Israel maintains an oppressive rule over four million people and systematically steals their land. There is indeed no doubt that in the count of sheer bloodshed Syria is at this moment ahead Israel - but it would be better for Israel not to boast too much about this. Human rights activists around the world could and should deal with human rights violations, wherever they occur - in Syria, in Iran and also in the Palestinian territories under Israeli occupation. The Israeli peace activists, who came to the airport to protest the government's aggressive conduct and welcome the international activists, helped restore a bit of Israel's good name".


Contact:

Adam Keller, Gush Shalom spokesperson +972-54-2340749

jueves, 12 de abril de 2012

Artículo de Amira Haas - Israel hipoteca la paz de sus hijos

Gracias a Rolando Gómez por la traducción y el envío.

Israel hipoteca la paz de sus hijos

Por: Amira Hass

Diario Haaretz, 11 de abril de 2012

La maraña de distribuidores de autopistas y carreteras en la entrada a Jerusalén nos habla de planeadores, Ministros, Alcaldes y contratistas que piensan “a lo americano”. Nos acostumbramos a dimensiones que empequeñecen todo lo que no es asfalto: gente y árboles. Por ejemplo, nos acostumbramos a las “soluciones de transportación” que devoran la naturaleza. Sobre todo porque supuestamente sin proponérselo, estas soluciones de transportación destruyen tejidos sociales existentes.

Si se hablara solamente de Ministros, planeadores y asfalto, que sea. Pero el “pensar a lo americano” se volvió una característica que define a Israel. “Pensar a lo americano” es un pensamiento guía en la sociedad israelí judía, en su política respecto a nuestros propios “indios”.

¿Por qué tendríamos menos éxito que EEUU, Canadá o Australia, que en el proceso de su establecimiento e independencia borraron –cada uno de ellos a niveles distintos- las sociedades y comunidades que vivían en ellos? ¿Por qué no, olvidar nosotros lo que se les olvidó a países que se presentan a sí mismos como baluartes de la civilización?

Ahora, cuando los remanentes de esas naciones originarias se atreven a reclamar derechos, participación en los recursos e indemnizaciones, esos reclamos ya no ponen en peligro a los colonos blancos y a las autoridades. Entonces hagamos lo mismo nosotros: aguantemos otros 20, 50 años, continuemos robando la cabra y la colina, aplastando al desamparado, provocando emigraciones, comprando y sometiendo a sus líderes, armándonos y saliendo a la guerra…hasta que la molestia (de la entidad nacional, cultural y política que exige sus derechos) desaparezca.

Es tan lógico este hilo de pensamiento, que la gran mayoría en Israel no está interesada en diálogo sobre soluciones. Esa mayoría por supuesto que no se interesa por los hechos y los detalles que tejen conjuntamente la realidad despreciable y repugnante de la brutal dominación de Israel sobre otro pueblo. Lo que le interesa a esa mayoría es saber si es que hay o no hay tranquilidad y seguridad; qué tan fuerte es el Ejército Israelí, y cuántos pasajes de la biblia demuestran nuestra propiedad sobre la tierra.

Pero para el colmo de la felicidad y el alivio, los palestinos son un solo pueblo (no como los cientos de pueblos originarios que había en América), y el proceso del asentamiento judío no lo aniquiló. Estamos en una época distinta y un área distinta. El “pensar a lo grande” olvida que, en oposición al modelo que se quiere copiar y desarrollar, nosotros somos solo una minoría en la región, y la región cambia y reclama cambiar las reglas del juego que son cómodas para Israel y para EEUU.

La verdadera cuestión no es “dos Estados” o “un Estado”. La historia de todas maneras no reconoce etapas finales. Cada etapa lleva a otra. Tampoco son visiones lo que falta. Las visiones deben desarrollarse y cambiar en el proceso de lucha por la igualdad y la justicia. De lo contrario se transformarán en gulags.

La cuestión era y sigue siendo cuánto más derramamiento de sangre, sufrimiento y catástrofes hacen falta para que se desmorone el régimen de discriminación y apartheid judío que se desarrolló en estos 64 años.

Los palestinos nos concedieron a los israelíes una escalera que nos hubiera ahorrado la magnitud del sufrimiento y desposesión que les causamos a ellos. Una escalera a la que nos subiríamos en la etapa histórica en la que seamos recibidos en la región como vecinos reconocidos, con raíces y derechos, y no seamos solamente invasores hostiles.

Pero los gobiernos de Israel, con el apoyo de sus electores, derribaron la escalera. Sabían muy bien porqué hacer fracasar la etapa de dos Estados (en su fórmula original).

Esa etapa hubiera allanado el camino a otras configuraciones de vida en común de dos pueblos. Solo que la base y la lógica de esas configuraciones hubiera obligado a renunciar a la hegemonía y superioridad judías.

Y es necesario decirlo: por esa hegemonía, Israel hipoteca la paz de sus hijos y la vida de sus nietos. Junto con la paz y la vida de los hijos y nietos de toda la región.

______

Fuente en hebreo:

http://www.haaretz.co.il/opinions/1.1683861

Fuente en inglés:

http://www.haaretz.com/opinion/israel-must-understand-it-cannot-be-like-america-1.423677

Traducción del hebreo:

Rolando Gómez

Coyoacán, 11 de abril de 2012

viernes, 6 de abril de 2012

Poema de Günter Grass

What Must Be Said by Günter Grass


But why have I kept silent till now?

Because I thought my own origins,

Tarnished by a stain that can never be removed,

meant I could not expect Israel, a land

to which I am, and always will be, attached,

to accept this open declaration of the truth.

Why only now, grown old,

and with what ink remains, do I say:

Israel's atomic power endangers

an already fragile world peace?

Because what must be said

may be too late tomorrow;

and because – burdened enough as Germans –

we may be providing material for a crime

that is foreseeable, so that our complicity

wil not be expunged by any

of the usual excuses.

And granted: I've broken my silence

because I'm sick of the West's hypocrisy;

and I hope too that many may be freed

from their silence, may demand

that those responsible for the open danger we face renounce the use of force,

may insist that the governments of

both Iran and Israel allow an international authority

free and open inspection of

the nuclear potential and capability of both.