sábado, 28 de febrero de 2009

Respuesta al artículo “Gaza en México” de M. A. Granados Chapa, Proceso Nº 1685

Ante todo, coincidimos plenamente con el Mtro. Miguel Ángel Granados Chapa cuando lamenta que en el abordaje del conflicto en Gaza la prensa mexicana no haya narrado “la génesis de los acontecimientos”. Comencemos por la genealogía más reciente: la que se ubica hace 41 años, con la anexión de los territorios de Cisjordania, Gaza y las alturas del Golán. En el transcurso de esos años (aunque para ser precisos habría que remontarse décadas antes, cuando la dirigencia del movimiento sionista concentraba todo su esfuerzo en lograr una mayoría determinante en la población de esa tierra por sobre la población local) se desarrolló una política sistemática de asentamientos y colonización expansiva que ha llevado a la presencia de 400,000 colonos en dichos territorios. Sin duda, en el marco de estos 41 años hubo actos de resistencia que en algunos casos tomaron un carácter decididamente condenable. No vamos a detallar aquí los acontecimientos de ambas partes del conflicto, sería importante hacerlo en otro momento con seriedad y voluntad de comprensión.En el mismo artículo, el autor descalificó de diversas maneras la iniciativa ciudadana “Adopta a un niño muerto”. Apuntó: “En el seno de la comunidad judía en México se produjo una discrepancia respecto de la tradicional –y digamos que oficial— sintonía del judaísmo mexicano, sobre todo el asquenazí, con el Estado de Israel”. Al hacer de la comunidad judía asquenazí un bloque alineado tras las políticas oficiales del Estado de Israel, Granados Chapa subestima y descalifica, a priori, cualquier postura crítica que, al interior de la misma, rechaza la política y las acciones de un gobierno que ha perdido el sentido de lo ético y toda orientación moral. Así, redujo una iniciativa seria y fundamentada, sustentada por una pluralidad de ciudadanos, a la “respetable posición de una académica universitaria sobresaliente”, esto es, de una sola persona que se ha atrevido a hacer de su “respetable posición” (en lo privado) una iniciativa civil pública. Convertida en parte de la “andanada de despropósitos”, ésta, según el autor “resultó favorable a la efusión judeofóbica que el ataque a Gaza había generado”. La génesis de nuestra iniciativa, tal como la imagina el periodista, asimila hechos diversos que en la realidad no guardan relación causal ni contigua entre sí y que en su pluma desembocan en la elección de “la indignidad, la vergüenza, la autoinculpación”. En una lectura apresurada y confusa, el uso fuera de contexto que el sobresaliente periodista hace de la cita de Martin Buber transforma la vergüenza e indignidad políticas expresadas por una persona –en este caso la académica en cuestión-, en otro lugar, en la autoinculpación de un grupo completo de ciudadanos y, sorprendentemente, en la opción del conjunto por la indignidad. En el artículo en cuestión resuena el eco de las presiones ejercidas regularmente sobre los judíos no alineados con las políticas oficiales del Estado, las acciones del ejército o la dirigencia de la comunidad judía local. Se trata de un chantaje que opera la dirigencia sionista como acusación de antisemitismo y auto-odio a aquellos que –en tantos lugares- no admitimos el uso perverso del sufrimiento padecido para perpetrar crímenes contra otro pueblo.Luego, el autor colocó nuestra iniciativa en un listado de expresiones posiblemente judeofóbicas, como un anónimo que ha circulado en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y hasta un acto de vandalismo contra una sinagoga de Caracas. Ante ello, señalamos que, mientras la iniciativa “Adopta a un niño muerto” no ha suscitado ni una expresión judeofóbica , ha despertado, en cambio, un enérgico e intolerante rechazo dentro del sector de la comunidad judía que por tradición realiza defensas acríticas del gobierno israelí, sector que nos acusó de alimentar la violencia simbólica que se ha construido alrededor del Estado de Israel.Adoptar a un niño muerto, sólo al inicio, fue la respuesta de un grupo de ciudadanos mexicanos de origen judío a la ofensiva del ejército israelí en la Franja de Gaza. Hoy somos un grupo de ciudadanos diversos congregados en torno a una manifestación civil, sin postular unidad ideológica o política alguna. Esta respuesta, que es también una apuesta política, consiste en un enérgico rechazo a la atrocidad, y en un reparo ético, anterior a cualquier análisis, postura o filiación, ante lo que consideramos una tragedia de lo humano. Nuestro gesto de resistencia no se asienta en la culpa, sino en la afirmación de una responsabilidad hacia el otro, que es mi prójimo. Esto, lo sabemos y lo asumimos, nos hace vulnerables. El fuerte impacto que esta iniciativa ha tenido en las conciencias se debe a que, más allá del enfrentamiento entre dos pueblos, abre una brecha por donde pasa una afirmación ética que dice SI a la dignidad humana y a la vida.Adoptar a un niño muerto es ciertamente un gesto incómodo, al borde de lo imposible y de lo insoportable, pero ajeno a cualquier afán de sensacionalismo. Esta iniciativa aniquila de antemano la autocomplacencia y, de paso, se vacuna contra los nacionalismos; no proviene de una cómoda “posición moral”, de una decisión voluntaria que pueda hacernos sentir generosos: no es en modo alguno un gesto altruista. Es una posición política que clama que la vida de un niño, su singularidad, su nombre, no se borran en una cifra de daños colaterales. Tampoco la empatía puede caber aquí, porque somos incapaces de imaginarnos el infierno de un pueblo masacrado y la identificación con él es imposible. Adoptar a un niño muerto por los misiles y fusiles de Israel, lejos de cualquier apropiación, es testimonio. Testimoniamos a tientas; confesando lo impenetrable del otro, se trata de darle la palabra. Necesariamente, esta convocatoria pone al desnudo la miseria que nos reúne.Cuando se esgrime como argumento una pretendida simetría entre los cohetes de Hamas y la ofensiva del Estado israelí se está falseando la verdad y renunciando a la razón ética. Quizá con ello se apele a una “razón estratégica”, que no podemos aceptar. En una situación de emergencia moral como la que se vive en Medio Oriente no cabe la ecuanimidad.Por eso nos parece inadmisible además de injustificada la afirmación de que “Adopta a un niño muerto” puede alentar la judeofobia y ofensiva la asociación de nuestra iniciativa con expresiones antisemitas que nada tienen que ver. Hacemos un llamado al periodista que se ha destacado por no claudicar en la defensa de valores éticos, a que comprenda el sentido de un acto que rechaza el asesinato indiscriminado de una población acorralada e indefensa y a que se deslinde de la campaña de presiones y denuestos que un sector de la comunidad judía ha venido lanzando contra quienes, dentro o fuera de ella, hemos rechazado la complicidad con decisiones políticas y militares que atentan contra la condición humana.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Nuestra presentación en hebreo: אמץ ילד מת

אמץ ילד מת

"לזכר האנשים הקרובים מבין ששת מליון ההרוגים על-ידי הנאציונל-סוציאליסטים, ליד מיליוני ומיליוני בני האדם מכל הדתות ומכל הלאומים, קרבנות של אותה שנאת האחר, אותה האנטישמיות"
(עמנואל לוינס)

מאות ילדות וילדים אבדו את חייהם במשך הפלישה של צה"ל בעזה. נתון זה בלבד, חוץ מניתוחים, עמדות והשתייכויות, אמור להספיק כדי שכל האנשים הרגישים כלפי סבל האחר בעולם יתביישו מפני מלחמה זו ומפני כל המלחמות.
מעשה זה עד כדי כך בלתי נסבל הוא, שנבין כמה נחוץ פתרון לסכסוך הזה שהמושלים והמנהיגים לא יכלו או לא רצו להגיע אליו או אולי לא יגיעו בעוד עשרות שנים.
אם הקרבנות הישראלים מחמת הקסאמים שהופצצו מעזה שמשו תרוץ כדי להתיר את ההתקפה מידי צה"ל, אבדות נפש אצל הפלסטינאים בזמן האחרון ישמשו מתסיס להתקפות מחודשות נגד ישראל.
אך, כפי שהדחף המלחמתי ניזון מהכאב, אנו חושבים שאפשר להפוך את סבל הזולת לבסיס אחווה ודו-קיום, רק אם אנחנו ניהיה מסוגלים להתקרב לכאב זה ולהשתדל להרגיש את מה שהקורבנות מרגישים. לא מדובר באמפתיה –שדרך ההזדהות מובילה לאלטרואיזם חשוד- אלא באחריות להעיד על חיים קטועים של בני אדם.
לכן החלטנו להיהפך לקרוביהם של כמה מהילדות והילדים שמתו בפלישה. אנו מוכנים להעיד על היעדרותם, לכבד את זיכרונם: נאמץ, כל אחד מאתנו, ילד שמת בפלישה.
מהיום, הוא יהיה חלק ממשפחתנו. נשתדל ליצור קשר עם המשפחה שלו כדי לשתף אתם את הסבל. נשתדל להכיר טוב יותר את מתינו הקטנים, לדעת פרטי חייהם, לקחת אתנו תמונה שלהם. נספר לחברינו ולמכרים שבהתקפת צה"ל האחרונה את עזה הרגו לנו ילד שאנחנו אוהבים מאוד.
היוזמה האזרחית "אמץ ילד מת" קוראת למצפונו של כל אדם יהודי –ונושא את כובד העופרת היצוקה של הפלישה בעזה- כקריאה לאחריות כלפי האחר. זו תשובה שאינה דורשת הדדיות, איננה סימטרית, והיא בחינם, במובן שאיננה על תנאי.
כי לשיח הכן מול "שנאת האדם האחר" לא מספיק בזעם המאשים אלא שמבחינה מוסרית הוא חייב להודות בעלבונו. מול שאר האנושות, כל אדם יהודי רשאי להביע את בושתו המשותפת, כאשר הוא מוסר לאחר את המילים העבריות המכנות את ההורים השכולים.
אין זו יוזמה כיתתית: אחריות יתר זו של היהודים בטבח הזה, מובנת כוידוי על איחור, שבו זמנית הנו הבטחת קשר אהבה המסוגל להפיל את האנטישמיות אליבא דלוינס.
לאחר מכן, יוזמה זו נפתחת לכלל האנושות. היום עלינו (על היהודים) לקבל על עצמנו את החובה, בגוף ראשון.
הילדים המתים לא מפסיקים לגדול. לטוב או לרע, מסלולי חייהם הקצרים ממשיכים לצמוח בקרב אלה שנשארים: לבסוף הם נהפכים למשא בלתי נסבל או ליסוד קשרים וחיים.
אנו מנסים לעצור את הפיכת הכאב של שני העמים לחומר נפץ נוסף למלחמה, ולהפוך את זיכרונם של המתים של שני המחנות לגרעיני שלום. הננו והנה יוזמתנו.
תרגמה ס. ר.

domingo, 22 de febrero de 2009

Nuestra presentación en inglés (Adopt a dead child)

Adopt a Dead Child
Civil initiative against children deaths in Gaza


“To the memory of the closest among the six million murdered by the National-Socialists, side by side with the millions and millions of all confessions and all nations, victims of the same hatred of the other, the same anti-Semitism”.
Emmanuel Levinas

Hundreds of boys and girls have lost their lives during the Israeli’s army attack to Gaza. That fact alone, beyond all possible analyses, stances and affiliations, should be enough for people of goodwill in the world to feel ashamed of this war and of all wars. This fact is unbearable enough to make us understand the urgency of a solution to this conflict that politicians and leaders could not or do not want to find, and will probably fail to find for decades. If the Israeli victims of missiles attacks from Gaza were the pretext to deploy the attack, the Palestinian victims will be the ferment for new attacks against Israel.
However, even if the pain has been used to fuel the war efforts, we believe that it is possible to transform our fellow humans suffering into a foundation for fraternity and coexistence, if we are capable of approaching this pain and try to perceive what the victims feel.
To this end, we have decided to assume the role of grieving relatives of some of the children who have died during this attack. We are willing to bear witness to their absence and honor their memories: we will each adopt a child killed in the attack to Gaza.
From now on, these children will be part of our family. We will try to get in touch with their families to share their feeling of devastation. We will strive to get to know our little dead better, to find out details of their lives, to have their photo with us. We will tell our friends and acquaintances that in the Israeli army’s attack to Gaza we lost a child we love.
The initiative “Adopt a Dead Child” aims at shaking each person’s conscience with a call to take responsibility for others. It is a gratuitous response, characterized by asymmetry, unconditionality and lack of reciprocity. Because in committing to the quest of truth, moralist indignation is not enough against this form of the “hatred of the other man”, there is a moral obligation to confess unworthiness.
Dead children do not stop growing. For better or for worse, their interrupted paths keep germinating in the living: they end up becoming an unbearable burden or a foundation for bonds and life. Adopting a dead child is a commitment to bear witness. Maybe this testimony, as a word passed to others will build a bridge, a promise of a loving bond capable of demolishing the “anti-Semitism” as defined by Levinas.
We aim to stop the conversion of both people’s pain into more fuel for the war and to transform the dead on both sides into seeds for peace. That is why we started this initiative.
(versión de Gabriela Wolochwianski)

Nuestra presentación en francés: Adoptez un enfant mort

Méxique, le 23 janvier 2009.

Adoptez un enfant mort

À la mémoire des êtres les plus proches parmi les six millions d’assassinés par les nationaux-socialistes, à côté des millions et des millions d’humains de toutes confessions et de toutes nations, victime de la même haine de l’autre homme, du même antisémitisme. (Emmanuel Levinas)

Des centaines d’enfants ont été tués pendant l’offensive de l’armée d’Israël à Gaza. Cette seule donnée, hors des analyses, des positions et des filiations, devrait suffire pour que tous les sujets de conscience sociale dans le monde aient honte de cette guerre ainsi que de toutes les guerres. Le fait est davantage intolérable pour nous faire reconnaître l’urgence d’une solution à ce conflit que les gouverneurs et les dirigeants n’ont pas pu ni même pas voulu atteindre, et que, peut-être, ils ne construiront dans les décennies prochaines. Si les victimes israéliennes des attaques avec des roquettes lancées dès Gaza servaient comme prétexte pour déchaîner l’offensive, les morts palestiniens de nos jours seront le ferment des nouvelles attaques contre Israël.
Cependant, ainsi qu’à partir de la douleur on a augmenté la soif de guerre, nous croyons qu’il est possible de transformer la souffrance du prochain en appui de la fraternité et la coexistence, à condition d’être capables de s’approcher de cette souffrance et de faire l’effort d’imaginer les sentiments des victimes.
Dans ce but, nous avons décidé de nous assumer en tant que proches de certains enfants morts dans cette offensive. Nous sommes prêts à témoigner à cause de leur absence et à honorer leur mémoire : nous adopterons, chacun, un enfant mort dans l’offensive.
Cet enfant, d’ores et déjà, prendra part dans notre famille. Nous essaierons de nous communiquer avec leurs familles afin de partager leur dévastation. Nous essaierons de mieux connaître nos petits morts, de rechercher des détails de leurs vies, d’en avoir avec nous une photo. Nous raconterons à nos amis et aux personnes que nous connaissons que pendant l’offensive de l’armée d’Israël à Gaza on a tué un enfant que nous aimions beaucoup.
L’initiative « adoptez un enfant mort » cherche à interpeller la conscience de chaque personne en tant qu’appelle à la responsabilité pour autrui, il s’agit d’une réponse marquée par la gratuité, la non-réciprocité, l’asymétrie et l’inconditionnalité. Car la parole véridique devant cette forme de « la haine de l’autre homme » ne se contente pas de l’indignation moraliste, mais moralement elle est obligée d’avouer son indignité.
Les enfants morts ne cessent pas de grandir. Bien ou mal, leurs trajectoires cassées germinent en ceux qui restent : ils finissent par devenir un poids insupportable ou bien un fondement de liens et de vie. Adopter un enfant mort veut dire s’engager à témoigner de sa vie. Peut-être le témoignage, en tant que parole donnée à autrui, arrive à promettre un certain lien amoureux capable d’ébranler l’antisémitisme défini par Levinas.
Nous aspirons à arrêter le processus de conversion de la douleur des deux peuples en combustible additionnel pour la guerre et à transformer les morts des deux champs en semences de paix. Pour cette raison nous entreprenons aujourd’hui cette initiative.
(version SR)

viernes, 20 de febrero de 2009

Z32 de Avi Mograbi se estrena en México

“No hay un solo ciudadano israelí que no esté relacionado con algún crimen de guerra. Sea porque lo cometió él mismo, siendo soldado, o porque tiene alguien cercano que lo cometió o, en el menor de los casos, porque guardó silencio frente a algún crimen. Finalmente, la ocupación misma es un crimen de guerra, e Israel es un país ocupante.” Avi Mograbi (Página 12)


"Soy pacifista, pero no creo que, tal como están las cosas, haya perspectivas de resolución pacífica.” (Página 12)

Mogravi posa su cámara sobre el rostro de un exsoldado israelí que participó en una operación de venganza donde murieron asesinados varios policías palestinos. El anonimato del entrevistado, oculto mediante efectos digitales, permite al realizador gozar de una libertad excepcional para llevar a cabo el registro de su confesión. Z32 es un expediente de Breaking the Silence, asociación dedicada a recoger testimonios de militares israelíes en territorios ocupados, donde cada caso se archiva con una letra y un número (página oficial del FICCO 2009).
Exhibiéndose en:
Casa de Arte: Feb 22 a las 12:00 hs.
WTC: Feb 24 a las 21:00 hs.
Ver: http://www.ficco.com.mx/index.php/ficco/programacion/2/64

Entrevista con Avi Mograbi en: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-11756-2008-10-25.html.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Gaza en México

Miguel Ángel Granados Chapa

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Granados en Gaza

Pedro Miguel

domingo, 15 de febrero de 2009

Vals con Bachir de Ari Folman

En el marco del FICCO, que empieza el próximo 17 de febrero, se estrena en México: Vals con Bachir: http://www.ficco.com.mx/index.php/ficco/programacion/2/60



A continuación dos notas que publicó Babelia (14/2/2009) sobre el film:
Cicatrices más hondas que la guerra: http://www.elpais.com/articulo/semana/Cicatrices/hondas/guerra/elpepuculbab/20090214elpbabese_4/Tes
El baile del horror: http://www.elpais.com/articulo/semana/baile/horror/elpepuculbab/20090214elpbabese_3/Tes

Ms Tantalus - (de Gush Shalom)

Artículo enviado por Eduardo Mosches:

Gush Shalom, English website http://zope.gush-shalom.org/index_en.html
новый: Статьи Ури Авнери http://zope.gush-shalom.org/home/ru/avnery
http://zope.gush-shalom.org/index_he.html גוש שלום, אתר בעברית



Ad in Haaretz, February 13, 2009
Strength through opposition
The new KnessetWill set up a governmentThat will be unableTo moveEven one stepTowards peace.The peace campMust now createA strong opposition –So that a differentKind of governmentWill come into beingAfter the next elections.
Cheques to help us continue the ads to: Gush Shalom, P.O.Box 3322, Tel-Aviv 61033

Uri Avnery
Ms Tantalus Full text Full text English in the end Avnery columns' archive http://zope.gush-shalom.org/home/en/channels/avnery/

On the Gush Shalom Forum:
Does Zionism legitimize every act of violence?Gideon Levy in Haaretz, about late burial http://www.haaretz.com/hasen/spages/1063597.html




פורסם ב"הארץ" 13 בפברואר 2009

הכנסת הבאה

בכנסת החדשהתקום ממשלהשלא תוכל להתקדם לשלוםאף צעד אחד.צריכה לקום במדינהאופוזיציה חזקהשל מחנה השלום –כדי שתקוםממשלה מסוג אחראחרי הבחירות הבאות.
עזרו לנו במימון הפעולות והמודעות. צ'קים לפקודת גוש שלום, ת"ד 3322, תל-אביב 61033
אורי אבנר

גברת טאנטאלוס
http://zope.gush-shalom.org/home/he/channels/avnery/1234043472

ארכיון מאמרים של אורי אבנרי
http://zope.gush-shalom.org/home/he/channels/avnery

בפורום גוש שלום:

"מי שרוצה שמאל ישראלי צריך לומר די לציונות, זאת שהימין השתלט עליה:גדעון לוי, קבורה מאוחרת
http://www.haaretz.co.il/hasite/spages/1063533.html





Uri Avnery14.02.09

Ms Tantalus
TANTALUS IS punished by the Gods for reasons that are not entirely clear. He is hungry and thirsty, but the water in which he stands recedes when he bends down to drink from it and the fruit above his head continually evades his hand.
Tzipi Livni is now undergoing a similar torture. After winning an impressive personal victory at the polls, the political fruit keeps slipping from her grasp when she stretches out her hand.
Why should she deserve that? What has she done, after all? Supported the war, called for a boycott of Hamas, played around with empty negotiations with the Palestinian Authority? OK, she has indeed.. But such a terrible punishment?
HOWEVER, THE results of the elections are not as clear as they might seem. The victory of the Right is not so unambiguous.
Central to the election campaign was the personal competition between the two contenders for the Prime Minister’s office: Livni and Netanyahu (or, as they call themselves, as if they were still at kindergarten, Tzipi and Bibi.)
Contrary to all expectations and all polls, Livni beat Netanyahu. Several factors were involved in this. Among others: the masses of the Left were terrified by the possibility of Netanyahu winning, and flocked to Livni’s camp in order to "Stop Bibi!" Also, Livni – who was never identified with feminism – remembered at the last moment to call Israel’s women to her banner, and they hearkened to her call.
But it is impossible to ignore the main significance of this choice: Netanyahu symbolizes total opposition to peace, opposition to giving back the occupied territories, to the freezing of the settlements and to a Palestinian state. Livni, on the other hand, has declared more than once her total support for the "Two-Nation-States" solution. Her voters opted for the more moderate line.
True, the big winner in the elections was Avigdor Liberman. But his triumph is far from the fateful breakthrough everyone foresaw. He did not win the 20 seats he had promised. His ascent from 11 to 15 seats is not so dramatic. His party is indeed now the third largest in the Knesset, but that is less due to its own rise than to the collapse of Labor, which fell from 19 to 13. By the way, not one of the parties won even 25% of the vote. Israeli democracy is now very fragile indeed.
The Liberman phenomenon is ominous, but not (yet?) disastrous.
HOWEVER, THERE is no way to deny the most significant message of these elections: the Israeli public has moved to the right. From Likud to the right there are now 65 seats, from Kadima to the left only 55. One cannot argue with numbers.
What has caused this shift?
There are several explanations, all of them valid.
One can consider it as a passing phase after the war. A war arouses strong emotions – nationalist intoxication, hatred of the enemy, fear of the Other, longing for unity and for revenge,. All these naturally serve the Right – a lesson sometimes forgotten by the left when it starts a war.
Others see in it a continuation of a historical process: the Zionist-Palestinian confrontation is becoming wider and more complex, and such a situation feeds the Right.
And then there is, of course, the demographic factor. The rightist bloc attracts the votes of three sectors: the Oriental Jews (a majority of whom vote for Likud), the religious (who mostly vote for the fundamentalists) and the Russians (most of whom vote for Liberman). This is a group vote, almost automatic.
Two sectors in Israel have an especially high birth-rate: the religious Jews and the Arabs. The religious vote almost unanimously for the Right. True, the Orthodox and the National-Religious parties have not increased their strength in the elections, probably because many of their natural voters chose Likud, Liberman or the even more extreme National Union. The Arab citizens almost completely abstained from voting for Jewish parties, as many of them used to in the past, and the three Arab parties together gained one more seat.
The demographic development is ominous. Kadima, Labor and Meretz are identified with the old-established Ashkenazi sector, whose demographic strength is in steady decline. Also, many young Ashkenazis gave their votes – at least four seats worth – to Liberman, who preaches a secular fascism. They hate the Arabs, but they also hate the religious Jews.
The conclusion is quite clear: if the "center-left" does not succeed in breaking out of its elitist ghetto and striking roots within the Oriental and Russian sectors, its decline will continue from election to election.
NOW MS TANTALUS must choose between two bitter options: to retire to the desert where there is neither water nor fruit, or to serve as a fig-leaf for an obnoxious coalition.
Option No. 1: to refuse to join Netanyahu’s coalition and to go into opposition. That is not so simple. The Kadima party came into being when Ariel Sharon promised its members – refugees from right and left – power. It will be very hard for Livni to hold the lot together in opposition, far from the seat of power, far from the posh ministers’ offices and from luxurious official cars.
That would give us a rightist government which includes open fascists, pupils of Meir Kahane (whose party was banned because of his racist teachings), the advocates of ethnic cleansing, of the expulsion of Israel’s Arab citizens and the liquidation of any chance for peace. Such a government would inevitably find itself in confrontation with the United States and in worldwide isolation.
Some people say: that’s good. Such a government will necessarily fall soon and break apart. Thus the public will be persuaded that there is no viable rightist option. Kadima, Labor and Meretz will stew in opposition, and perhaps a real center-left alternative will come into being.
Others say: too risky. There is no limit to the disasters that a Netanyahu-Liberman-Kahanist government can bring upon the state, from the enlargement of the settlements that will torpedo any future peace, to outright war. We can’t stake everything on one card, when the chip is the State of Israel.
Livni’s option No. 2: to swallow the bitter pill, give in and join the Netanyahu government as a second, third or fourth wheel. In that case, she must decide at once, before Netanyahu establishes a fait accompli with an extreme-right coalition which Livni would then be invited to join as a junior partner.
I shall not be surprised if President Shimon Peres takes the initiative unofficially and promotes this option – before starting, in a week’s time, the official process of consulting with the Knesset factions and entrusting one of the candidates with the task of forming a government.
Could such a government move towards peace? Conduct real negotiations? Agree to the dismantling of settlements? Accept a Palestinian state? Recognize a Palestinian unity government that includes Hamas?
Hard to imagine. In the best case, it will go on with the charade of meaningless negotiations, quietly enlarge the settlements, lead Barack Obama by the nose and mobilize the pro-Israel lobby in order to obstruct any real American moves towards peace. What was will be.
CAN ISRAEL change course? Can a real peace-oriented alternative arise?
The two "Zionist Left" parties have been decisively beaten. Both Labor and Meretz have collapsed. Their two leaders who called for the Gaza War and supported it – Ehud Barak of Labor and Haim Oron of Meretz – have received the punishment they richly deserve. In a normal democracy, both would have resigned the day after the elections. But our democracy is not normal, and both leaders insist on staying on and leading their party to the next disaster.
Labor is a walking corpse – the only "social-democratic" party in the world whose leader’s sole aim is to stay on as war minister. When Barak spread the mantra "there is no one to talk with" he overlooked the logical conclusion "therefore we don’t need anyone to talk with them".
The Labor Party has no party, no members, no political program, no alternative leadership. It will fail in opposition as it failed in government. Barring a miracle, it will end up in the junkyard of history.
It will find Meretz already there. A socialist party that lost its way a long time ago: a party without any roots in the classes at the foot of the socioeconomic ladder, a party that has supported all our wars.
Some believe in easy solutions: a union of Labor and Meretz, for example. That is a union of the lame and the blind. No reason to expect that they would win the race.
THE REAL task is far more difficult. A completely new building must be erected in place of the one which has collapsed.
The need is for a new Left that will include new leaders from the sectors that have been discriminated against: the Orientals, the Russians and the Arabs. A new Left that will express the ideals of a new generation, people of peace, advocates of social change, feminists and greens, who will all understand that one cannot realize one ideal without realizing all of them. There can be no social justice in a military state; no one is interested in the environment while the cannons are roaring, feminism is incompatible with a society of machos riding on tanks, there can be no respect for Oriental Jews in a society that despises the culture of the Orient.
The Arab citizens will have to leave the ghetto in which they are confined and start to talk with the Jewish public, and the Jewish public must talk with the Arabs on equal terms. The Liberman slogan "No Citizenship Without Loyalty" must be turned around: "No Loyalty Without Real Citizenship".
As Obama has done in the US, a new language, a new lexicon must be created, to replace the old and tired phrases.
Much, much must be changed if we want to save the state.
AS FOR Ms. Tantalus: she can contribute to this process of change, or her torture will continue.
Echoing Pyrrhus, king of Epirus and Macedon, she can well say: Another such victory and we are undone.
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jueves, 12 de febrero de 2009

Poema de Theo (11 años, en francés)

La paix

La paix c’est ce que tous demandent,
La paix, partout, dans la lande.
Quant à moi, la paix est comparable à la joie.
La paix est une loi.
La paix est sucrée,
De couleur foncée.
La paix a besoin de compréhension,
Et puis, faire une éclosion.
La paix est le cœur du monde.
Et la compréhension, est l’âme vagabonde.

Mensaje de Emma (6 años)

“Para hacer la paz” (se respeta la grafía de Emma)
Para aser la pas se necesita una paloma, un nopal y cke todos se ckieran.

Dos películas: "Difamación" de Y. Shamir y "Rachel" de S. Bitton

Ojalá lleguen pronto a México
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/2-12833-2009-02-12.html

lunes, 9 de febrero de 2009

Niños en Gaza reclaman respuestas, dice funcionaria de la ONU

Naciones Unidas, 9 feb (PL)

La funcionaria de la ONU Radhika Coomaraswamy habló hoy aquí del sufrimiento de los niños en Gaza, pese al cese del fuego, y denunció las graves violaciones contra los menores, incluidas muerte y mutilación.
Durante una conferencia de prensa aquí, luego de un recorrido por Gaza e Israel, la representante de la ONU para Niños y Conflictos Armados recordó que en ese territorio palestino el 56 por ciento de la población es menor de 18 años.
Insistió en que un tercio de las víctimas palestinas por los ataques de Israel (unos mil 300) fueron niños y que los sobrevivientes han sido testigos de una violencia inenarrable contra sus familiares y se encuentran angustiados.
En las recientes hostilidades, dijo Coomaraswamy, no hubo espacio seguro para los niños y fue imposible salir de Gaza, que se mantuvo virtualmente sellada por Israel.
En su encuentro con la prensa, la funcionaria se refirió al daño o destrucción de hospitales y escuelas, que se consideraban edificaciones protegidas, así como de las redes de electricidad, agua y saneamiento.
Toda esta situación también tiene un impacto devastador en la población infantil, agregó la representante, quien calificó de esencial la reconstrucción de los planteles educacionales para que los niños puedan regresar a las aulas y vuelvan a sentirse seguros.
En cuanto a los ataques de Hamas contra territorio israelí, la diplomática señaló que estas acciones también tienen impacto en los menores de ese país, quienes temen constantemente agresiones con cohetes.
Tanto en Gaza como en el sur de Israel, precisó Coomaraswamy, los niños expresaron ira y desesperación como manifestación de su deseo porque los responsables paguen por esas acciones en su contra, agregó.
Al respecto, insistió en la necesidad imperativa de investigaciones imparciales e independientes y que se haga justicia, “porque la falta de responsabilidad solo contribuye a un sentimiento de impunidad”.

Dirty Socks by Uri Avnery

“I have some good news and some bad news,” the sergeant in the joke tells his men. “The good news is that you are going to change your dirty socks. The bad news is that you are going to exchange them among yourselves.”

I am not the only person who is reminded of this old British army joke by the current elections.

We are faced by a sorry lot of politicians, some of them documented failures and some completely free of any past achievements. There is no meaningful discussion between them about the issues. Not one of the main contenders offers real solutions to our basic problems. The differences between them are invisible without a magnifying glass.

The instinctive reaction: “To hell with the lot of them. Let’s not vote at all!”

But that is childish. We cannot afford not to vote, or to vote out of spite or as a protest. Even if the differences are tiny – they may turn out to be important.

Therefore, let’s hold our nose and vote. If necessary, let’s take some medicine against nausea. If all of them are bad, let’s look for the lesser evil.

FOR ME, the greatest evil is Binyamin (“Bibi”) Netanyahu.

If he gets one vote more than his rivals, the President will entrust him with the task of setting up the next government. Netanyahu has already committed himself to inviting Avigdor Liberman, the pupil of the fascist Meir Kahane, as his first partner, as well as Shas, which has now become an extreme right-wing party. Perhaps he will also take in the “National Union”, which is even more extreme, and the remnants of the National Religious party, together with the Orthodox.

If this is to be the core of the next coalition, we shall have an extreme nationalist-racist government, a government that will reject outright any possibility of ending the occupation, setting up a Palestinian state and evacuating the settlements.

After that, Netanyahu could invite Kadima and Labor, but that would not matter anymore. Since he will be able to set up a government without them, he will get them for next to nothing. In such a government, their only function will be to serve as fig leaves, camouflage for the Americans.

One must also remember who would come with Netanyahu: types like Limor Livnat, Benny Begin and Bogie Yaalon.

Some people have brought up a Machiavellian idea: let the Likud come to power. That way, the entire world will see the true face of Israel and boycott it. The government will fall, and we can start all over again.

Sorry, that is too risky a bet for me. I am not ready to gamble with the future of Israel. To use an old catch-phrase: I don’t have another country.

Some try to cheer us up with another thought: Netanyahu is a weak person. If the Americans exert pressure on him, he will give in. In the end he will do whatever Obama tells him to do.

I am not so sure. I am not ready to bet on that either. His partners will not let him submit. For me, the first decision is: No Netanyahu.

TZIPI LIVNI has one enormous advantage: she is not Bibi.

It may seem that this is also her only advantage.

At this moment, she is the only person who could – perhaps, perhaps – block the road to a coalition headed by the Likud. For many, that is reason enough to vote for her.

Is there any other reason? Hard to see one. She could have risen above the murky waters and presented a clear and focused message: peace with the Palestinian people and the Arab world. That would have separated her from Netanyahu and also from Ehud Barak and given her the status of a statesperson. It would have turned the elections into a referendum on war and peace.

She has missed this opportunity. Like all the other candidates, she is afraid of the word “peace”. Her advisors have probably warned her that the shares of peace in the stock exchange of public opinion are way down.

If she were a real leader, if peace had been burning in her bones (as we say in Hebrew), she would have ignored the advice and stood up as a woman of principle.

Instead, she is trying to be more macho than all the machos, “The Only Man In The Government”. She cries to high heaven against any dialogue with Hamas. She objects to a mutually agreed cease-fire. She tries to compete with Netanyahu and Liberman with unbridled nationalist messages.

That is bad. That is also stupid. Someone who is looking for a he-he-man will not vote for a woman. Someone who is longing for a brutal warlord will not vote for a female civilian who, in the words of Barak, “has never held a rifle in her hands”.

It was a test of leadership. And Tzipi flunked it.

True, here and there she has voiced some vague ideas about “two nation-states”, but in all her years in office she has not taken the smallest real step in this direction.

Therefore, there is no reason to vote for her, except one: if she gets one vote more than Netanyahu, the President will call on her to try to set up a government. Such a government will surely include Netanyahu, and probably Liberman too. Yet it will be different from a government headed by Netanyahu. Under heavy American pressure, it might even move towards peace.

I CANNOT vote for Ehud Barak. Even if my head wanted to, my hand would not obey.

The inhuman Gaza War was a reflection of Barak’s own inhuman character. He waged the war as a part of his election campaign. When the anti-war demonstrators marched through the streets of Tel-Aviv and shouted: “Don’t buy votes / with the blood of babies” they were not so far off the mark.

Like Netanyahu, Barak is a documented failure. I was among the masses who celebrated his triumph in Rabin Square in 1999 when he was elected Prime Minister, and, hardly a year later, I sighed with relief when his government collapsed. In his short term of office he convened the Camp David conference and sabotaged it, spread the poisonous and mendacious mantra “We have no partner for peace”, provoked the second intifada and destroyed the peace camp from within.

Contrary to Livni, Barak does not even pretend to have a perspective of peace. He sees before him an endless landscape of mountain chains of war, mountain after mountain, stretching well beyond the horizon.

Unlike the Kadima and Likud lists, the Labor election list does include some good people. But these will have no influence at all on things to come. Effectively, it’s a one-man list, and that one man is deeply flawed.

FOR A MOMENT it seemed that Meretz was going to transform itself into something bigger. They included in their list some attractive new people. Men of letters recommended them warmly.

And then something happened to them, the same thing that happened to them the last time. A war broke out, and Meretz supported it enthusiastically. Their three literary musketeers - Amos Oz, A. B. Yehoshua and David Grossman – went out of their way to call for the war and laud it, each one in his turn. Exactly as they had done in Lebanon War II.

True, after some days the three – together with Meretz and Peace Now – called for the end of the attack. That call was not accompanied by an apology for the preceding one. This showed a lot of Chutzpa. After helping in breaking the dam, they thought that they could stop the flow with their fingers. But after they had legitimized the war of atrocities, no one listened to them anymore. Every woman and child who was killed in that war, up to the very last day, should weigh on their conscience.

Of course, some will say: you don’t vote to punish and take revenge. In spite of the crime, one has to vote for Meretz because among the “Zionist” parties they are the lesser evil. They speak about peace and social justice, and some of their representatives, like Shulamit Aloni and Yossi Sarid, did a good job in the Rabin government. Meretz also did some good parliamentary work for the right causes.

QUITE ANOTHER problem is posed by the three so-called “Arab” parties, one of which is the communist Hadash, which has a small Jewish component.

The Hadash program is closer to the consistent peace camp than any other. Some would say: That’s close enough. I vote according to my beliefs, and not tactical considerations. Hadash should also be credited for advancing some positive causes in the Knesset.

The problem of the “Arab” lists is that they have not succeeded in playing a meaningful role in the political arena, which has remained an exclusive fiefdom of the “Zionist” parties (“Zionist” in this context means “non Arab”). In order to break into the Jewish street, Hadash could have put at the head of its list, or at least in the No. 2 slot, Dov Khenin, who has risen to stardom in the recent Tel-Aviv municipal elections. By not doing so, they have lost at least some of the votes that could have strayed from Meretz and Labor.

The impact of the “Arab” parties on Israeli policy is next to nil. It is limited to one point in time: on the day after the elections, the question will arise whether all the center/left parties together, from Kadima leftwards, can muster enough votes to block a right-wing government. In this context, and only there, the “Arab” parties do play a role.

THERE REMAINS the Liberman phenomenon.

Liberman has created a party that is simply and thoroughly racist. Its election campaign is centered on the demand to annul the Israeli citizenship of “non-loyal” people. Meaning: the Arabs, who constitute 20% of Israel’s citizens.

In every other country, Liberman’s program would be called fascist, without quotation marks. Nowhere in the Western world is there a large party that would dare to advance such a demand. The neo-fascists in Switzerland and Holland want to expel foreigners, not to annul the citizenship of the native-born.

The core of the party is made up of immigrants from the former Soviet Union, many of whom have brought from their homeland an utter contempt for democracy, a desire for a strong leader (a Stalin or a Putin), a racist attitude towards brown-skinned citizens and a taste for brutal, Chechnya-style wars. They have now been joined by young, native-born Israelis, who have been radicalized by the recent war.

When Joerg Haider was taken into the Austrian cabinet, Israel recalled its ambassador from Vienna in protest. But compared to Liberman, Haider was a raving liberal, and so is Jean-Marie le Pen. Now Netanyahu has announced that Liberman will be “an important minister” in his government, Livni has hinted that he will be in her government, too, and Barak has not excluded that possibility.

The optimistic version says that Liberman will prove to be a passing curiosity. Every Israeli election campaign has featured a trend-party that reflects a passing mood, achieves a resounding success and then disappears. In 1977 it was the Dash party, which rode the horse of “changing the system”. It won 12.5% of the vote, broke apart and disappeared before the next elections. Later it was the Tzomet party of Rafael Eitan, on the horse of uncorrupted purity. Another was the Shinui (Change) party, which rode the horse of anti-religious hatred and disappeared without leaving a trace. In the last elections it was the pensioners’ list, with tens of thousands of youngsters voting for it as a prank. In the current elections, Liberman’s party has caught the trend, riding on the primitive emotions of the masses which broke free in the Gaza War.

There is also a pessimistic version: Fascism has become a serious player in the Israeli public domain. The three main parties have now legitimized it. This phenomenon must be stopped before it is too late.

SO, HOW shall I vote this coming Tuesday?

I intend to draw up a list that will start from the worst down to the least evil. The last one on the list gets my vote.

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Protestas y resistencias noviolentas al militarismo y la guerra en Israel

Unos veinte grupos pacifistas, entre ellos Coalición de Mujeres por la Paz, Anarquistas contra el Muro y el Cto. Inf. Alternativa, son parte de una resistencia al accionar bélico de los gobernantes. - Sábado.7 de febrero de 2009 -


El Israel de las manifestaciones por la paz
Codo a Codo | Para Kaos en la Red

Por Herman Schiller

Hace pocos días se había anunciado que iba a hablar en la Universidad de Tel Aviv el ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, artífice de la masacre de Gaza. Rápidamente los estudiantes se movilizaron llenando las paredes de esa casa de estudios con pintadas que decían “Barak rotzeaj” (Barak asesino). Y el ministro, “por precaución”, ante la evidencia de que podrían producirse confrontaciones, decidió suspender la conferencia.

Este es uno de los tantos episodios que desde el 27 de diciembre han revelado la resistencia que, en condiciones nada fáciles –y en un clima político, social y comunicativo adverso– se ha extendido en Israel. Los organismos de derechos humanos israelíes han protestado por el silencio que los medios centrales han guardado al negarse a informar a la población sobre las numerosas manifestaciones que a diario y a lo largo y a lo ancho del país se produjeron contra la escalada bélica. Una de las más numerosas, encabezada por el legendario Uri Avneri (líder de Gush Shalom, Bloque de la Paz, y autor del libro Israel sin sionistas), superó las diez mil personas en Tel Aviv y sólo mereció 27 palabras (dentro de una nota muy larga) del matutino Haaretz, que suele ufanarse de su “pluralismo”.
Esa movilización, que recorrió la zona céntrica de la populosa urbe (desde la plaza donde asesinaron a Yitzhak Rabin hasta la Cinemateca, ocupando todos los carriles de la ancha avenida Ibn Gabirol), fue promovida también por otras 20 organizaciones pacifistas, incluidos la Coalición de Mujeres por la Paz, Anarquistas contra el Muro y el Centro de Información Alternativa. La pancarta gigante de Gush Shalom decía en hebreo, árabe e inglés “¡Stop asesinatos!”, “¡Stop al cerco!”, “¡Stop a la ocupación!”.
Entre las consignas coreadas por la densa columna se encontraban las siguientes: “Uno no construye una campaña electoral sobre cadáveres de niños”, “Judíos y árabes no queremos ser enemigos”, “Olmert, Livni y Barak, la guerra no es un juego”, “Todos los ministros del gobierno son criminales de guerra”, “Basta, basta, hablen con Hamas” y “Barak, Barak, no te preocupes, nos encontraremos en La Haya” (en alusión a la denuncia internacional que los organismos de derechos humanos israelíes formularon contra su gobierno).
También proliferaron los carteles, algunos parafraseando los lemas electorales de Barak: “Barak no es un amigo, sino un asesino” (el lema original de campaña dice “Barak no es un amigo, es un líder”). Y, también: “Los seis escaños de la Knesset, escaños de la guerra”, en referencia a las encuestas que muestran que desde el comienzo de la masacre el laborismo ganó seis escaños.
La ultraderecha hostilizó la movilización durante todo el trayecto y al llegar a la Cinemateca, donde estaban previstos los discursos, la policía se alejó y la patota comenzó sus agresiones con palos y armas de fuego. Hubo corridas, los provocadores se hicieron dueños de la situación y la oratoria debió ser suspendida.
Los militantes de Gush Shalom me enviaron el texto del discurso que debió pronunciar Avneri. “Acuso a Ehud Barak de aprovechar a los soldados del ejército para obtener más escaños –decía, entre otras cosas–; acuso a Tzipi Livni de abogar por la matanza para llegar a ser primera ministra; acuso a Ehud Olmert de intentar tapar la putrefacción y la corrupción de su gobierno con esta desastrosa guerra” (..) Las críticas que en todo el mundo suscitaron las acciones del ejército israelí en Gaza dieron lugar a réplicas desde el judaísmo oficial: “Ustedes no tienen en cuenta los misiles de Hamas que caen sobre la población civil del sur de Israel”.
Esta argumentación fue respondida por un importante referente del pacifismo israelí en la propia Beer Sheva, una de las ciudades afectadas por los misiles palestinos. Se trata del profesor Nevé Gordon, director del Departamento de Política y Gobierno de la Universidad Ben Gurión, que declaró a la periodista Amy Goodman en un reportaje: “Recién, hace menos de una hora, cayó un cohete a pocos metros de mi casa. Mis dos hijos duermen desde hace una semana en un refugio antibombas. Y aun así, creo que lo que está haciendo Israel es una atrocidad”. Gordon es uno de los tantos profesores e intelectuales israelíes que nadaron contra la corriente y concurrieron a las masivas demostraciones llevadas a cabo en Tel Aviv.
En esa misma ciudad de Beer Sheva, un nutrido grupo de judíos y árabes desafió la prohibición de concentrarse durante la guerra y realizó una protesta silenciosa. No vocearon consignas y se limitaron a portar carteles con las leyendas “Queremos diálogo, no violencia” y “Judíos y árabes se niegan a ser carne de cañón”. El grupo me envió el texto de la convocatoria firmada por los judíos Daniela Yudelevich, doctora Merav Moshé y Bela Alexandrov y los árabes Sultan Abu Abied, Anuar Hajoj y Fadi Masmara. El desafío fue reprimido y se produjeron varias detenciones, entre ellas la de Lea Shakdiel, una judía religiosa ortodoxa perteneciente al grupo Ierujam. El semanario en castellano Aurora, que aparece en Tel Aviv y ha mostrado una absoluta incondicionalidad con la guerra desatada por su gobierno, tituló así una de sus últimas ediciones: “Tolerancia cero contra manifestantes”. Y esa misma publicación informó que en Beit Hanina, seis kilómetros al norte de Jerusalén, la policía detuvo a todos aquellos que intentaron levantar una carpa de la dignidad (al estilo argentino) “en honor de los muertos en Gaza”.
Estos son apenas algunos ejemplos emblemáticos. La lista completa es absolutamente mayor. Le di prioridad a la digna tarea que realizan los organismos israelíes de derechos humanos, pero también ha sido muy gravitante la acción de la izquierda, que realizó centenares de actos y movilizaciones.
En Haifa, la ciudad portuaria donde abundan las parejas mixtas y sigue vigente el chiste (¿chiste?) de que la paz entre judíos y palestinos sólo se logrará en la cama, los actos fueron numerosos. Los dos más importantes tuvieron lugar en el barrio de Wadi Nisnas y en el Monte Carmelo.
De los últimos días, quiero destacar la marcha de Tel Aviv a Jaffa (Iafo) que congregó a unas 10.000 personas. Y en esta última ciudad, pletórica de galerías de arte y teatros independientes alternativos, se espera una concurrencia multitudinaria para el próximo sábado a la noche, jornada tradicional de las grandes concentraciones en Israel. Además los Médicos Israelíes por los Derechos Humanos están culminando su campaña de recolección de medicinas y alimentos para ser enviados a Gaza.
En cuanto a las elecciones, la izquierda en las últimas horas ha volcado buena parte de sus esfuerzos a denunciar la campaña racista y fascista de Ivette Lieberman, un miembro de la mafia rusa que llegó a Israel después de la desintegración de la URSS y que viene obteniendo buenos resultados en los últimos comicios liderando un partido que se llama Israel Beteinu (Israel, nuestra casa).
En el campo de los judíos en el mundo, hay numerosas expresiones dignas de destacar, pero por razones de espacio me limito a citar dos: el comunicado de Apemia (Asociación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA), que aquí en Buenos Aires repudió la masacre de Gaza, y sobre todo, el manifiesto emitido por decenas de intelectuales y docentes universitarios judíos de Gran Bretaña, que en sus párrafos esenciales señala: “El verdadero motivo del ataque a Gaza es que Israel sólo desea tratar con los colaboracionistas. El principal crimen de Hamas no es el terrorismo, sino su negativa a convertirse en un pelele en manos del régimen de ocupación (..). Los abajo firmantes somos todos de origen judío. Cuando vemos los muertos y los ensangrentados cuerpos de niños pequeños, los cortes de agua, de electricidad y de comida, recordamos el asedio del ghetto de Varsovia”. Gerardo Liebner, historiador de origen uruguayo que reside en Tel Aviv, fue entrevistado largamente y vía telefónica por La colectiva, un programa radial que se emite en Montevideo. Sobre el final, Liebner señaló: “Repudiar la política del actual gobierno israelí no es ser antisemita, sino algo legítimo y una forma de apoyar de verdad al futuro democrático de la sociedad israelí”.
Justamente, la banalización y superficialidad con que el judaísmo oficial acusa de antisemita a cualquiera que se atreva a confrontar con la política oficial israelí se entremezcla hoy, sobre todo en Buenos Aires, con algunos impresentables que se han colado en el rechazo a la masacre de Gaza y parecen más cerca de la policía, de la burguesía árabe menemista de Goebbels o del Medioevo, que de la revolución socialista.
Este tema, que ahonda aún más la confusión en la sociedad, y la demonización absoluta y total que realiza algún segmento de izquierda, omitiendo las contradicciones y la profundidad de la lucha de clases en el campo israelí y judío, son por ahora rubros secundarios que no deben opacar la monstruosidad de la masacre de Gaza. Pero son temas que existen y en etapas inmediatas deberían formar parte de la agenda de debates sin preconceptos.
Mi posición es conocida: estoy a favor de la creación del Estado palestino al lado de Israel y no en lugar de Israel. Y estoy por la in-teracción de las fuerzas revolucionarias y socialistas palestinas e israelíes. Tal como se ratificó hace pocos días en una reunión que mantuvieron delegados del Partido del Pueblo (PC palestino), del Partido Comunista Israelí y del Frente Democrático por la Liberación de Palestina que preside un viejo luchador como Hawatmeh. Esta posición –soy un revolucionario pero no puedo dejar de admitirlo—- suele generarme sólo angustia y sentimiento de soledad. Muchos judíos me han declarado “traidor” y no pocos compañeros de izquierda me recriminan que ésta es una posición “funcional a los intereses sionistas”.
Repudio una y otra vez la masacre de Gaza. Pero no voy a marchar con quienes esgrimen los mismos argumentos (“judaísmo internacional”, “sinarquía”, “ratas”, “apátridas”) que utilizaba Felipe Romero en la revista El Caudillo (órgano de la Triple A) y que muy poco tiempo después usaron los militares de la dictadura cuando torturaban a los muchos judíos que pertenecían a ERP, Montoneros y demás organizaciones combatientes.
Paz y amistad entre Palestina e Israel. Paz con justicia, por supuesto; no la paz de los sepulcros, ni la paz impuesta por los ocupantes, ni la paz que le convenga al imperialismo.
Paz con justicia entre Palestina e Israel. Por el momento sólo parece una consigna voluntarista y utópica. Pero cada día somos más

domingo, 8 de febrero de 2009

Entrevista a Gideon Levy (La Jornada 7/2/09)

http://www.jornada.unam.mx/2009/02/07/index.php?section=sociedad&article=032n1soc

¿Por qué no hay "izquierda" en las elecciones del 2009 (Lev Grinberg sobre las elecciones de este martes en Israel)

¿Por qué no hay “izquierda” en las elecciones del 2009?
Lev Grinberg[1]

El próximo martes hay elecciones en Israel, sin embargo, no hay elección. Se enfrentan 38 listas y cuatro partidos “grandes” que presentan un candidato para primer ministro. Pero hay indiferencia y confusión. ¿Por qué? Porque de todos modos va a ganar el “bloque de derecha”, sea encabezado por Livni o por Netanyahu, o de haber una gran sorpresa serían Lieberman o Barak. Hay elecciones y no hay elección, se trata de un acto de legitimación de la auto-imagen democrática de Israel. No hay posibilidad alguna de que gane el “bloque de izquierda” porque no hay una izquierda sionista en estas elecciones, sólo hay matices de centro-derecha.
¿Y qué debería votar un elector racional cuando no hay elección? La leyenda del votante racional ha sido inventada por los politólogos como consecuencia del éxito de los economistas inventores del hombre racional del mercado. El día de las elecciones tenemos diferentes “mercancías” que intentan venderse a los electores. ¿Y qué hacer si todas las mercancías se parecen, a no ser por el envoltorio, y no es posible calcular de antemano el precio de su elección? ¿Quién puede decir que hay alguna relación entre aquello que creyó votar en las elecciones del 2006 y lo que sus elegidos hicieron desde entonces?
El error fundamental de la leyenda de la racionalidad se encuentra en la suposición de que existe una diferencia esencial entre los partidos políticos. El segundo error se refiere a los motivos de la votación. La gente vota ante todo con el sentimiento y de acuerdo a su intuición. El día de las elecciones desempeñan un papel importante amor y odio, esperanza y miedo, confianza y desconfianza, identidad e identificación, así como también intereses y puntos de vista. ¿Y qué queda de todo esto? Los sentimientos positivos desaparecieron, no sólo entre los votantes, ni siquiera se ve en las calles a los activistas. Nadie propone esperanza, todos amenazan con un futuro tenebroso: una bomba atómica, terror en los territorios ocupados y en Galilea, amenaza sobre Tel Aviv, y agravamiento del problema económico. La pregunta que se plantea el martes próximo es personal: quién tendrá la capacidad de aceptar “decisiones duras” a la luz de las amenazas; y no cómo enfrentarse a ellas. Bibi (Netanyahu) se presenta a sí mismo como fuerte y experimentado, y a Tzipi (Livni) como inexperta y débil; y Tzipi responde con guiones cinematográficos de espanto en torno a Bibi y recluta a su favor la agresión a las mujeres. Lieberman amenaza con ocuparse de los árabes, y Barak responde que él tiene más experiencia que Lieberman para tirar contra los árabes. Y ciertamente tiene facturas para comprobarlo.
Este es el cuento de la confusión y la indiferencia en las elecciones: no hay esperanza, no hay amor, no hay confianza, no hay identidad, no hay identificación. Hay mucho miedo y desconfianza, y entre los votantes se cuela el temor justificado de que los políticos no sean capaces de rescatar a Israel del embrollo en que lo metieron. Esto no es nuevo, la confusión y la desesperación empezaron después del fracaso de la conferencia de Campo David y del estallido de la segunda Intifada, en las elecciones del 2001, en ese momento un millón y medio de electores boicotearon las elecciones de primer ministro. Pero todavía una parte del público se movilizaba por algunos sentimientos, al menos respecto al adversario. Ahora no queda ni siquiera esto.
¿Y qué ocurrió con el odio antiguo que reclutó a tantos israelíes, tanto ashkenazíes como orientales, religiosos y laicos, tanto rusos como de Shas (partido religioso), “izquierdistas” y “derechistas”, habitantes de Tel Aviv así como también colonos de los territorios ocupados? Todo ese odio fue borrado por el odio a los ismaelitas disfrazado de amor a Israel. Lieberman lo expresa sin vergüenza, pero todos los partidos políticos “judíos” aceptan la proscripción de los partidos “árabes” considerándolos participantes ilegítimos para las coaliciones. Para esos efectos el diputado Dov Jinin (quien recibió el 35% de votos para la alcaldía de Tel Aviv) sería considerado como ilegítimo, ya que se opuso a la guerra y forma parte de un partido apoyado por árabes.
Una semana antes de ser asesinado, le preguntaron a Itzjak Rabin cómo era posible pasar el acuerdo de Oslo “b” con el apoyo de los partidos políticos árabes. “Es una pregunta racista” respondió irritado Rabin “los árabes en Israel son ciudadanos iguales”. Hace diez años en un coloquio dedicado a la memoria de Rabin, el diputado Yamal Zajalka sostuvo que Rabin fue asesinado en un trasfondo racista. Mucha sangre de judíos y árabes ha sido derramada hasta que fuera adoptada la perspectiva racista del asesino, según la cual el mundo se divide en árabes contra judíos, y así quedó borrada la concepción política de una lucha entre aquellos que están a favor de la paz y sus opositores. Fue necesario derramar mucha sangre palestina para unir a los judíos tras el asesinato y borrar la memoria de una discusión, del pensamiento crítico y la responsabilidad moral, que conforman el alma del judaísmo.
En las elecciones del 2009 está permitido odiar sólo a los árabes, por eso ellas son tan desoladoras y a la vez indignantes.


Traducción de hebreo: Silvana Rabinovich
[1] Autor del libro “Paz ficticia, discurso de guerra – fracaso de la dirigencia, de la política y de la democracia en Israel” (en hebreo, Israel, Resling 2007). Profesor en la Universidad Ben Gurion de Beer Sheva.

sábado, 7 de febrero de 2009

Viviana adopta a Ahmed Al-Absi

Hola amigos, deseo adoptar a Ahmed Al-Absi que tenía 14 años y murió junto a sus hermanos Sodqi y Mohamed en Rafa el 29 de diciembre.Los tres estaban en el interior de su casa, cuando un misil aire – tierra israelí la destruyó y acabó con sus vidas. Espero poder dar testimonio y crecer con ellos. Pertenezco a un país cuya historia encierra un genocidio y no puedo tolera más estas injusticias.

Viviana Nardoni

jueves, 5 de febrero de 2009

Carta dirigida al presidente israelí por Jean-Moïse Braitberg y publicada por Le Monde el 28 de enero pasado.

Le texte en français suit la traduction en anglais.

Erase my grandfather's name at Yad Vashem, by Jean-Moïse Braitberg
LE MONDE | 28.01.09 |


Mr. President of the State of Israel, I am writing to you to intervene with the
appropriate authorities to withdraw, from the Yad Vashem memorial dedicated
to the memory of Jewish victims of Nazism, the name of my grandfather,
Moshe Brajtberg, gassed at Treblinka in 1943, and those of other members of
my family who died during deportation to various Nazi camps during World
War II. I ask you to honor my request, Mr. Chairman, because what took place
in Gaza, and more generally, the injustices to the Arab people of Palestine
for sixty years, disqualifies Israel to be the center of the memory of the harm
done to Jews, and thus to all humanity.

You see, since my childhood, I lived in amongst survivors of the death
camps. I saw the numbers tattooed on their arms, I heard the story of torture;
I knew the impossible grief and I shared their nightmares. I was taught that
these crimes must never happen again, that never again must man, because
of ethnicity or religion despise other man, mock his Human Rights of living a
safe, dignified life, without barriers, and hope, so remote be it, of a future of
peace and prosperity.

Yet Mr. President, I note that despite dozens of resolutions adopted by the
international community, despite the glaring evidence of the injustices done to
the Palestinian people since 1948, despite the hopes raised in Oslo, and
despite the recognition of the right of Israeli Jews to live in peace and
security, repeatedly reaffirmed by the Palestinian Authority, the only answers
given by successive governments of your country have been violence,
bloodshed, confinement, incessant controls, colonization, deprivations.

You'll tell me Mr. President, that Israel has the right to defend itself against
people launching rockets into Israel, or suicide bombers that destroy innocent
Israeli lives. My response to that is that my humanism doesn't vary according
to the nationality of the victims.

Yet you, Mr. President, you lead the destiny of a country which claims not
only to represent the Jews as a whole, but also the memory of those who
were victims of Nazism. This is what concerns me and that I find
unacceptable.

By displaying the names of my family members at the Yad Vashem Memorial,
in the heart of the state of Israel, your state imprisons my family memories
behind the barbed wires of zionism, and makes it hostage of a so-called
moral authority which commits every day the abomination of denying justice.

So, please, remove the name of my grandfather from the shrine dedicated to
cruelty against Jews so that it no longer justifies the injustice being done to
the Palestinians.

Please accept, Mr. President, the assurances of my respectful consideration.

Jean-Moïse Braitberg is a French author
http://mobile.lemonde.fr/opinions/article/2009/01/...




ORIGINAL EN FRANÇAIS

Effacez le nom de mon grand-père à Yad Vashem, par Jean-Moïse Braitberg
LE MONDE | 28.01.09 | 14h23 . Mis à jour le 29.01.09 | 09h15

>



Monsieur le Président de l'Etat d'Israël,

je vous écris pour que vous interveniez auprès de qui de droit afin que l'on
retire du Mémorial de Yad Vashem dédié à la mémoire des victimes juives du
nazisme, le nom de mon grand-père, Moshe Brajtberg, gazé à Treblinka en
1943, ainsi que ceux des autres membres de ma famille morts en déportation
dans différents camps nazis durant la seconde guerre mondiale. Je vous
demande d'accéder à ma demande, monsieur le président, parce que ce qui
s'est passé à Gaza, et plus généralement, le sort fait au peuple arabe de
Palestine depuis soixante ans, disqualifie à mes yeux Israël comme centre de
la mémoire du mal fait aux juifs, et donc à l'humanité tout entière.

Voyez-vous, depuis mon enfance, j'ai vécu dans l'entourage de survivants
des camps de la mort. J'ai vu les numéros tatoués sur les bras, j'ai entendu
le récit des tortures ; j'ai su les deuils impossibles et j'ai partagé leurs
cauchemars.

Il fallait, m'a-t-on appris, que ces crimes plus jamais ne recommencent ; que
plus jamais un homme, fort de son appartenance à une ethnie ou à une
religion n'en méprise un autre, ne le bafoue dans ses droits les plus
élémentaires qui sont une vie digne dans la sûreté, l'absence d'entraves, et
la lumière, si lointaine soit-elle, d'un avenir de sérénité et de prospérité.

Or, monsieur le président, j'observe que malgré plusieurs dizaines de
résolutions prises par la communauté internationale, malgré l'évidence
criante de l'injustice faite au peuple palestinien depuis 1948, malgré les
espoirs nés à Oslo et malgré la reconnaissance du droit des juifs israéliens à
vivre dans la paix et la sécurité, maintes fois réaffirmés par l'Autorité
palestinienne, les seules réponses apportées par les gouvernements
successifs de votre pays ont été la violence, le sang versé, l'enfermement,
les contrôles incessants, la colonisation, les spoliations.

Vous me direz, monsieur le président, qu'il est légitime, pour votre pays, de
se défendre contre ceux qui lancent des roquettes sur Israël, ou contre les
kamikazes qui emportent avec eux de nombreuses vies israéliennes
innocentes. Ce à quoi je vous répondrai que mon sentiment d'humanité ne
varie pas selon la citoyenneté des victimes.

Par contre, monsieur le président, vous dirigez les destinées d'un pays qui
prétend, non seulement représenter les juifs dans leur ensemble, mais aussi
la mémoire de ceux qui furent victimes du nazisme. C'est cela qui me
concerne et m'est insupportable. En conservant au Mémorial de Yad Vashem,
au coeur de l'Etat juif, le nom de mes proches, votre Etat retient prisonnière
ma mémoire familiale derrière les barbelés du sionisme pour en faire l'otage
d'une soi-disant autorité morale qui commet chaque jour l'abomination qu'est
le déni de justice.

Alors, s'il vous plaît, retirez le nom de mon grand-père du sanctuaire dédié
à la cruauté faite aux juifs afin qu'il ne justifie plus celle faite aux
Palestiniens.

Veuillez agréer, monsieur le président, l'assurance de ma respectueuse
considération.


Jean-Moïse Braitberg est écrivain.

martes, 3 de febrero de 2009

De Adriana Cruz

Queridos amigos

Quiero compartir con ustedes esta decisión de asumirme como deudo de de Na’el Zohair Abu Ou, muerto en Gaza. De esta forma me comprometo a dar testimonio de su ausencia y a honrar su recuerdo. Esta acción es parte de una iniciativa que “busca detener la conversión del dolor de ambos pueblos en combustible adicional para la guerra y transformar a los muertos de los dos bandos en semillas de paz.”

Con esos hermosos ojos Na’el vio todo el horror de la guerra con tan sólo trece años de edad.


Me consterna ver como nos asumimos como observadores pasivos ante el dolor, ante la violencia, ante lo injusto. Y nos convencemos de que no podemos hacer nada, aceptamos estar a expensas de los que mantienen el poder económico, político o militar. Entonces, decidimos mejor NO VER, nos perdemos entre cifras sin rostro, cientos, miles, da lo mismo, son sólo cifras; así perdemos todo el contacto humano lo que cada uno de esos miles podría decirnos con su mirada.

Por eso elegí a Na’el por que su mirada habla, y si a él le quitaron la vida y con ella la voz, sus ojos nos seguirán hablando, sólo es cuestión de observarlos.

A cada quién le susurrará algo, quizá lo que cada quién quiere escuchar. A mí me dijo:
¡ Haz algo: canta una canción, asiste a una marcha, lanza un zapato, escribe una carta, levanta la voz… recuérdame!

Regalémosle unos minutos a Na’el escuchando esta canción
En español: http://www.youtube.com/watch?v=LKD2I5qrt38&feature=related
En inglés: http://www.youtube.com/watch?v=4xXiXyIzuuk&NR=1

lunes, 2 de febrero de 2009

De Uri Avneri - La bandera negra de la ilegalidad - Envío de E. Mosches

* Uri Avnery on Spain and war crimes/The urgent need to recognise Hamas *
עברית
http://zope.gush-shalom.org/home/he/channels/weekly_ad/1233350425/

English

http://zope.gush-shalom.org/home/en/channels/weekly_ad/1233350371/


HAMAS
Israel does not recognizeThe Hamas government in Gaza –But holds it responsibleFor the attacks from there.Israel does not recognizeThe Hamas government in Gaza –But demands that itGuarantee the cease-fire there.That is ridiculous. That is hopeless.We must talk with Hamas.The enemy in war is alsoThe partner in the cease-fire.
Ad published in Haaretz, January 30, 2009
'
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אורי אבנרי:הדגל השחור של אי החוקיות

Uri Avnery: The Black flag of illegality


עברית
http://zope.gush-shalom.org/home/he/channels/avnery/1233508786/

English
http://zope.gush-shalom.org/home/en/channels/avnery/1233508695/

Black Flag
31/01/09A SPANISH JUDGE has instituted a judicial inquiry against seven Israeli political and military personalities on suspicion of war crimes and crimes against humanity. The case: the 2002 dropping of a one ton bomb on the home of Hamas leader Salah Shehade. Apart from the intended victim, 14 people, most of them children, were killed.
For those who have forgotten: the then commander of the Israeli Air Force, Dan Halutz, was asked at the time what he feels when he drops a bomb on a residential building. His unforgettable answer: “A slight bump to the wing.” When we in Gush Shalom accused him of a war crime, he demanded that we be put on trial for high treason. He was joined by the Prime Minister, Ariel Sharon, who accused us of wanting to “turn over Israeli army officers to the enemy”. The Attorney General notified us officially that he did not intend to open an investigation against those responsible for the bombing.
I should be happy, therefore, that at long last somebody is ready to put that action to a judicial test (even if he seems to have been thwarted by political pressure.) But I am sorry that this has happened in Spain, not in Israel.
ISRAELI TV VIEWERS have lately been exposed to a bizarre sight: army officers appearing with their faces hidden, as usual for criminals when the court prohibits their identification. Pedophiles, for example, or attackers of old women.
On the orders of the military censors, this applies to all officers, from battalion commanders down, who have been involved in the Gaza war. Since the faces of brigade commanders and above are generally known, the order does not apply to them.
Immediately after the cease-fire, the Minister of Defense, Ehud Barak, promoted a special law that would give unlimited backing by the state to all officers and soldiers who took part in the Gaza war and who might be accused abroad of war crimes. This seems to confirm the Hebrew adage: “On the head of the thief, the hat is burning”.
I DO NOT object to trials abroad. The main thing is that war criminals, like pirates, should be brought to justice. It is not so important where they are caught. (This rule was applied by the State of Israel when it abducted Adolf Eichmann in Argentina and hanged him in Israel for heinous crimes committed outside the territory of Israel and, indeed, before the state even existed.)
But as an Israeli patriot, I would prefer suspected Israeli war criminals to be put on trial in Israel. That is necessary for the country, for all decent officers and soldiers of the Israeli army, for the education of future generations of citizens and soldiers.
There is no need to rely on international law alone. There are Israeli laws against war crimes. Enough to mention the immortal phrase coined by Justice Binyamin Halevy, serving as a military judge, in the trial of the border policemen who were responsible for the 1956 massacre in Kafr Kassem, when dozens of children, women and men were mown down for violating a curfew which they did not even know about.
The judge announced that even in wartime, there are orders over which flies “the black flag of illegality”. These are orders which are “manifestly” illegal – that is to say, orders which every normal person can tell are illegal, without having to consult a lawyer.
War criminals dishonor the army whose uniform they wear – whether they are generals or common soldiers. As a combat soldier on the day the Israeli Defense Army was officially created, I am ashamed of them and demand that they be cast out and be put on trial in Israel.
My list of suspects includes politicians, soldiers, rabbis and lawyers.
THERE IS not the slightest doubt that in the Gaza war, crimes were committed. The question is to what extent and by whom.
Example: the soldiers call on the residents of a house to leave it. A woman and her four children come out, waving white handkerchiefs. It is absolutely clear that they are not armed fighters. A soldier in a near-by tank stands up, points his rifle and shoots them dead at short range. According to testimonies that seem to be beyond doubt, this happened more than once.
Another example: the shelling of the United Nations school full of refugees, from which there was no shooting – as admitted by the army, after the original pretexts were disproved.
These are ”simple” cases. But the spectrum of cases is far wider. A serious judicial investigation has to start right from the top: the politicians and senior officers who decided on the war and confirmed its plans must be investigated about their decisions. In Nuremberg it was laid down that the starting of a war of aggression is a crime.
An objective investigation has to find out whether the decision to start the war was justified, or if there existed another way of stopping the launching of rockets against Israeli territory. Without doubt, no country can or should tolerate the bombing of its towns and villages from beyond the border. But could this be prevented by talking with the Gaza authorities? Was our government’s decision to boycott Hamas, the winner of the democratic Palestinian elections, the real cause of this war? Did the imposition of the blockade on a million and a half Gaza Strip inhabitants contribute to the launching of the Qassams? In brief: were the alternatives considered before it was decided to start a deadly war?
The war plan included a massive attack on the civilian population of the Strip. The real aims of a war can be understood less from the official declarations of its initiators, than from their actions. If in this war some 1300 men, women and children were killed, the great majority of whom were not fighters; if about 5000 people were injured, most of them children; if some 2500 homes were partly or wholly destroyed; if the infrastructure of life was totally demolished – all this clearly could not have happened accidentally. It must have been a part of the war plan.
The things said during the war by politicians and officers make it clear that the plan had at least two aims, which might be considered war crimes: (1) To cause widespread killing and destruction, in order to “fix a price tag”. “to burn into their consciousness”, “to reinforce deterrence”, and most of all – to get the population to rise up against Hamas and overthrow their government. Clearly this affects mainly the civilian population. (2) To avoid casualties to our army at (literally) any price by destroying any building and killing any human being in the area into which our troops were about to move, including destroying homes over the heads of their inhabitants, preventing medical teams from reaching the victims, killing people indiscriminately. In certain cases, inhabitants were warned that they must flee, but this was mainly an alibi-action: there was nowhere to flee to, and often fire was opened on people trying to escape.
An independent court will have to decide whether such a war-plan is in accordance with national and international law, or whether it was ab initio a crime against humanity and a war-crime.
This was a war of a regular army with huge capabilities against a guerrilla force. In such a war, too, not everything is permissible. Arguments like “The Hamas terrorists were hiding within the civilian population” and “They used the population as human shields” may be effective as propaganda but are irrelevant: that is true for every guerrilla war. It must be taken into account when a decision to start such a war is being considered.
In a democratic state, the military takes its orders from the political establishment. Good. But that does not include “manifestly” illegal orders, over which the black flag of illegality is waving. Since the Nuremberg trials, there is no more room for the excuse that “I was only obeying orders”.
Therefore, the personal responsibility of all involved - from the Chief of Staff, the Front Commander and the Division Commander right down to the last soldier - must be examined. From the statements of soldiers one must deduce that many believed that their job was “to kill as many Arabs as possible”. Meaning: no distinction between fighters and non-fighters. That is a completely illegal order, whether given explicitly or by a wink and a nudge. The soldiers understood this to be “the spirit of the commander”.
AMONG THOSE suspected of war crimes, the rabbis have a place of honor.
Those who incite to war crimes and call upon soldiers, directly or indirectly, to commit war crimes may be guilty of a war crime themselves.
When one speaks of “rabbis”, one thinks of old men with long white beards and big hats, who give tongue to venerable wisdom. But the rabbis who accompanied the troops are a very different species.
In the last decades, the state-financed religious educational system has churned out “rabbis” who are more like medieval Christian priests than the Jewish sages of Poland or Morocco. This system indoctrinates its pupils with a violent tribal cult, totally ethnocentric, which sees in the whole of world history nothing but an endless story of Jewish victimhood. This is a religion of a Chosen People, indifferent to others, a religion without compassion for anyone who is not Jewish, which glorifies the God-decreed genocide described in the Biblical book of Joshua.
The products of this education are now the “rabbis” who instruct the religious youths. With their encouragement, a systematic effort has been made to take over the Israeli army from within. Kippa-wearing officers have replaced the Kibbutzniks, who not so long ago were dominant in the army. Many of the lower and middle-ranking officers now belong to this group.
The most outstanding example is the “Chief Army Rabbi”, Colonel Avichai Ronsky, who has declared that his job is to reinforce the “fighting spirit” of the soldiers. He is a man of the extreme right, not far from the spirit of the late Rabbi Meir Kahane, whose party was outlawed in Israel for its fascist ideology. Under the auspices of the army rabbinate, religious-fascist brochures of the ultra-right “rabbis” were distributed to the soldiers.
This material includes political incitement, such as the statement that the Jewish religion prohibits “giving up even one millimeter of Eretz Israel”, that the Palestinians, like the Biblical Philistines (from whom the name Palestine derives), are a foreign people who invaded the country, and that any compromise (such as indicated in the official government program) is a mortal sin. The distribution of political propaganda violates, of course, army law.
The rabbis openly called upon the soldiers to be cruel and merciless towards the Arabs. To treat them mercifully, they stated, is a “terrible, awful immorality”. When such material is distributed to religious soldiers going into war, it is easy to see why things happened the way they did.
THE PLANNERS of this war knew that the shadow of war crimes was hovering over the planned operation. Witness: the Attorney General (whose official title is “Legal Advisor to the Government”) was a partner to the planning. This week the Chief Army Attorney, Colonel Avichai Mandelblut, disclosed that his officers were attached throughout the war to all the commanders, from the Chief of Staff down to the Division Commander.
All this together leads to the inescapable conclusion that the legal advisors bear direct responsibility for the decisions taken and implemented, from the massacre of the civilian police recruits at their graduating ceremony to the shelling of the UN installations. Every attorney who was a partner to the deliberations before an order was given is responsible for its consequences, unless he can prove that he objected to it.
The Chief Army Attorney, who is supposed to give the army professional and objective advice, speaks about “the monstrous enemy” and tries to justify the actions of the army by saying that it was fighting against “an unbridled enemy, who declared that he ‘loves death’ and finds shelter behind the backs of women and children”. Such language is, perhaps, pardonable in a pep-talk of a war-drunk combat commander, like the battalion chief who ordered his soldiers to commit suicide rather than be captured, but totally unacceptable when it comes from the chief legal officer of the army.
WE MUST pursue all the legal processes in Israel and call for an independent investigation and the indictment of suspected perpetrators. We must demand this even if the chances of it happening are slim indeed.
If these efforts fail, nobody will be able to object to trials abroad, either in an international court or in the courts of those nations that respect human rights and international law.
Until then, the black flag will still be waving.

Es necesario aclararlo, una vez más

Esta propuesta, con su insoportable nombre que reclama lo imposible, busca perturbar la conciencia moral sin darle cabida a la autocomplacencia. Esta horrorosa formulación -pálido reflejo del rostro de la Gorgona- conjura el altruismo, los nacionalismos y las tentaciones eufemísticas. Sin cancelar otras iniciativas centradas en los sobrevivientes, este primer paso obliga a mirarse en el espejo de la indigna condición humana actual.

domingo, 1 de febrero de 2009

Gaza, ¿real o postizo?

"Cuando uno tiene la potencia de fuego necesaria y ninguna inhibición moral que le impida matar a la población civil, el resultado es la situación que acabamos de presenciar en Gaza".
Va el artículo del historiador isrtaelí Ilan Pappé publicado en The London Review of Books, y que publica hoy El País.
TRIBUNA: ILAN PAPPÉ

Gaza, ¿real o postizo?
ILAN PAPPÉ 01/02/2009

En 2004, el Ejército israelí empezó a construir la réplica de una ciudad árabe en el desierto del Neguev. Tiene el tamaño de una ciudad real, con calles (todas ellas con nombres), mezquitas, edificios públicos y coches. Esta ciudad fantasma, cuya construcción costó 45 millones de dólares, se convirtió en una supuesta Gaza durante el invierno de 2006 -después de que el enfrentamiento entre Hezbolá e Israel en el norte acabase en tablas- para que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) pudieran prepararse y ser capaces de "luchar mejor" contra Hamás en el sur.

Cuando el jefe del Estado Mayor israelí, Dan Halutz, visitó el lugar tras la guerra de Líbano, declaró a los periodistas que los soldados "estaban preparándose para la situación que se producirá en una zona tan densamente poblada como es la ciudad de Gaza". En el último conflicto, y una semana después de que comenzaran los bombardeos de la Franja de Gaza, Ehud Barak asistió a un ensayo de guerra terrestre. Equipos de televisiones extranjeras le filmaron mientras observaba a las tropas de infantería conquistar la falsa ciudad, irrumpir en las casas vacías y seguramente "matar a los terroristas" que se escondían en ellas.
"El problema es Gaza", dijo Levy Eshkol, entonces primer ministro de Israel, en junio de 1967. "Estuve allí en 1956 y vi las serpientes venenosas que andaban por la calle. Deberíamos trasladar a algunas a Sinaí y, con suerte, las demás emigrarán". Eshkol estaba hablando del destino de los territorios recién ocupados: su Gobierno quería la Franja de Gaza, pero no a sus habitantes.
Los israelíes suelen referirse a Gaza como Me'arat Nachashim, un nido de serpientes. Antes de la primera Intifada, cuando la Franja suministraba a Tel Aviv gente para fregar sus platos y barrer sus calles, los israelíes presentaban una imagen más humana de su población. Pero con la Intifada, después de una serie de incidentes en los que algunos empleados apuñalaron a sus jefes, terminó la "luna de miel". El fervor religioso al que se atribuyeron aquellos ataques aislados generó una ola de islamofobia que desembocó en el primer cierre de Gaza y la construcción de una verja eléctrica a su alrededor. Incluso después de los acuerdos de Oslo de 1993, Gaza permaneció aislada de Israel y sin ser nada más que una reserva de mano de obra barata. Durante los años noventa, la "paz" significó para Gaza su transformación gradual en un gueto.
En el año 2000, Doron Almog, entonces jefe del mando sur, empezó a vigilar las fronteras de Gaza: "Hemos levantado puntos de observación equipados con la última tecnología y hemos dado permiso a nuestros soldados para disparar contra cualquiera que se acerque a menos de seis kilómetros de la verja", presumía, además de sugerir que se adoptara una política similar en Cisjordania. Sólo en los dos últimos años, los soldados israelíes han matado a disparos a un centenar de palestinos por el mero hecho de haberse acercado demasiado a la verja. Desde 2000 hasta que estalló la última guerra, las fuerzas israelíes habían matado en Gaza a 3.000 palestinos (incluidos 634 niños).
Entre 1967 y 2005, los colonos judíos de Gush Katif arrebataron a la población de Gaza sus tierras y su agua. El precio de la paz y la seguridad para los palestinos fue convertirse en prisioneros y dejarse colonizar. Sin embargo, desde 2000 los habitantes de Gaza han decidido ofrecer una resistencia cada vez más numerosa y enérgica. No una resistencia del tipo que Occidente suele ver con buenos ojos, sino una resistencia islámica y militar. Su seña de identidad era el uso de los primitivos cohetes Qassam que, al principio, lanzaban sobre todo contra los colonos de Katif. La presencia de los colonos hacía que al Ejército israelí le fuera difícil responder con la brutalidad que emplea contra objetivos puramente palestinos, de modo que los retiraron, no como parte de un proceso unilateral de paz, como dijeron muchos en su momento (hasta el punto de sugerir que se le concediera el Nobel de la Paz a Ariel Sharon), sino para facilitar cualquier acción militar posterior contra la Franja de Gaza y consolidar el control de Cisjordania.
Tras la retirada de Gaza, Hamás se hizo con el poder en esa zona, primero en unas elecciones democráticas y luego con un golpe preventivo organizado para evitar que Al Fatah, que contaba con el respaldo de Estados Unidos, tomara el control. Mientras tanto, los guardias fronterizos israelíes seguían matando al que se aproximaba demasiado, y se impuso el bloqueo económico de la Franja. Hamás respondió con el lanzamiento de misiles sobre Sderot, y eso dio a Israel un pretexto para utilizar su fuerza aérea, su artillería y sus patrulleras. Israel afirmó que disparaba contra "las áreas de lanzamiento de misiles", pero, en la práctica, eso significaba cualquier lugar de Gaza. Las víctimas fueron numerosas: sólo en los últimos días de 2007, murieron 300 personas, docenas de ellas niños.
Israel justifica su conducta en Gaza como parte de la lucha contra el terrorismo, pese a que ha violado todas las leyes internacionales de la guerra. Parece como si los palestinos no pudieran tener sitio en la Palestina histórica, salvo si están dispuestos a vivir sin los derechos humanos y civiles básicos. Pueden ser ciudadanos de segunda clase dentro del Estado de Israel o prisioneros de las cárceles gigantescas que constituyen Cisjordania y la Franja de Gaza. Si se resisten, lo más probable es que acaben o en una auténtica cárcel sin juicio previo, o muertos. Ése es el mensaje de Israel.
La resistencia en Palestina siempre ha partido de las ciudades y los pueblos; ¿de dónde, si no? Por eso, desde la revuelta árabe de 1936, las ciudades y los pueblos palestinos, reales o no, siempre han figurado como "bases enemigas" en los planes y las órdenes militares de Israel. Cualquier represalia y acción de castigo tiene forzosamente que golpear a los habitantes, entre los que puede haber un puñado de personas que sí participan en la resistencia activa contra Israel.
Haifa se consideró una base enemiga en 1948, igual que Yenín en 2002; ahora, se considera así a Beit Hanoun, Rafah y Gaza. Cuando uno tiene la potencia de fuego necesaria y ninguna inhibición moral que le impida matar a la población civil, el resultado es la situación que acabamos de presenciar en Gaza.
Pero los palestinos no sólo resultan deshumanizados en los argumentos militares. En la sociedad civil judía israelí se está produciendo un proceso similar que explica el enorme apoyo de la población a la matanza de Gaza. Los judíos israelíes -políticos, soldados y ciudadanos corrientes- han deshumanizado hasta tal punto a los palestinos que matarlos se convierte en un hecho natural, como lo fue expulsarlos en 1948 o hacerlos prisioneros en los Territorios Ocupados.
La reacción actual de Occidente indica que nuestros dirigentes políticos no ven la relación directa entre la deshumanización sionista de los palestinos y las salvajes políticas de Israel en Gaza. Existe el grave peligro de que, terminada la Operación Plomo Sólido, la propia Gaza se parezca a la ciudad fantasma del Neguev.
Este artículo se publicó por primera vez en The London Review of Books. www.lrb.co.uk
Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.
Ilan Pappé, historiador israelí, preside el Departamento de Historia en la Universidad de Exeter y es codirector del Centro de Estudios Etno-Políticos de Exeter. En 2007 publicó The Ethnic Cleansing of Palestine.