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jueves, 28 de noviembre de 2013
De Román Munguía (Milenio Jalisco)
¡Palestina vencerá!
Román Munguía Huato
MILENIO Jalisco, jueves 28 de noviembre de 2013
principios de enero de 2009, como parte de la operación militar “Plomo Fundido”, el Estado israelí bombardeó la Universidad Islámica de Gaza, una de las instituciones educativas más prestigiadas en el Medio Oriente, un símbolo cultural. La justificación de siempre es la defensa de sus ciudadanos, pero en los hechos es terrorismo de Estado. Aclaremos, rechazo cualquier forma de terrorismo en cualquier parte del mundo cuyo blanco sea la población civil inerme, pues no es el método insurreccional revolucionario; pero una cosa son las injustificables acciones terroristas de grupos armados cualquiera y otra muy diferente es el poder terrorista de Estado, como el del gobierno de los Estados Unidos y, en este caso, el de Israel. Con el pretexto de proteger a sus ciudadanos, el Estado Israelí ha venido despojando al pueblo palestino de su territorio y cometiendo atrocidades e infanticidios.
Una de las poblaciones más cultas y con educación universitaria es la palestina, con uno de los mayores índices en el mundo de estudiantes con posgrado. El pretexto israelí fue que en dicho centro de estudios se encontraban fuerzas extremistas, lo cual, como señaló Akram Habeeb (profesor de literatura, becario Fulbright, de dicha universidad), es mentira: “Como profesor independiente, sin afiliación partidaria, afirmo que la Universidad Islámica de Gaza, así como las universidades católicas y las pontificias en todo el mundo, es una institución académica que abarca un amplio espectro de tendencias políticas. La conozco bien, como una prestigiosa universidad que estimula la libre expresión y la circulación de ideas. Si mi declaración les resulta excesivamente personal y comprometida, los invito a visitar la página web de la UIG (www.iugaza.edu.ps/eng) y a conocer su historia, sus departamentos, los estudios que allí se desarrollan. Podrán enterarse de su presencia en numerosas redes y centros académicos de todo el mundo. Podrán conocer el trabajo de sus profesores, estudiantes e investigadores, los premios y becas de estudio que cotidianamente reciben por parte de reconocidas instituciones en todo el mundo.”
Entonces, es de total ignominia que la camarilla caciquil dueña de la Universidad de Guadalajara (UdeG), y de la Feria Internacional del Libro (FIL) haya invitado a Israel a esta Feria. Recientemente entrevistaron a Tonatiuh Bravo Padilla, rector general de la UdeG (La Jornada, 25/11/13) y le preguntaron acerca de que un grupo de intelectuales hubiera pedido espacio en la FIL para la expresión cultural palestina y respondió: “Cuando decidimos invitar a Quebec, piensa en la primera reacción del gobierno canadiense, con Cataluña…, en el momento más difícil de la relación bilateral entre Cuba y México, en los tiempos del ‘comes y te vas’ de Fox, al año siguiente se decidió que Cuba fuera el país invitado, y tuvimos que resistir todo tipo de presiones que buscaban evitarlo. El caso de Israel tiene su particularidad, o hacemos una feria del libro abierta a todo el mundo, a todas las culturas, y promovemos una cultura de paz y de universalidad completa, o no la hacemos. Cuando invitemos a Irlanda qué va a opinar Inglaterra, y en el caso de Israel sabíamos lo que podría opinarse.”
Por supuesto, “Israel tiene su particularidad”; por eso mismo, es abiertamente grosero y humillante comparar a Quebec, a Cataluña, a Cuba o Irlanda, con Israel. Ignorancia supina, pues son casos históricos y geopolíticos absolutamente distintos ¿En qué reside “la particularidad” cultural de Israel? ¿En su terrorismo de Estado? ¿En su afán colonialista-sionista, expansionista feroz? ¿En su genocidio, en su infanticidio? Si realmente se quiere promover “una cultura de paz”, de coexistencia, lo ideal hubiera sido invitar a Israel y a Palestina; eso sería muy loable, pero eso nunca fue la verdadera intención. En otra entrevista muy diferente, el gran cineasta Ken Loach afirma: “La opresión existe en todo el mundo, pero hay cierto número de cosas que hacen que el conflicto israelí-palestino sea especial. En primer lugar, Israel se presenta ante el mundo como una democracia, un país similar a cualquier otro Estado occidental, cuando de hecho está cometiendo crímenes contra la humanidad. Ha creado un Estado que está dividido según criterios raciales, como el régimen del apartheid en Sudáfrica. Europa y los Estados Unidos lo sostienen en el plano militar y financiero.”
Entonces, es totalmente injustificable que este país haya sido el invitado de honor a la Feria. Israel fue expulsado de la Unesco, algo muy vergonzoso para cualquier nación. Más aún, en Canadá, hace días el Tribunal Russell dio a conocer sus resoluciones en cuanto a las violaciones del derecho internacional cometidas por el régimen de Israel en contra del pueblo palestino. Frank Barat, coordinador del Tribunal Russell sobre Palestina, presentó las conclusiones de este tribunal ciudadano sobre la culpabilidad por apartheid de Israel y su ocupación ilegal de los territorios palestinos. Uno de los objetivos de este tribunal internacional creado en el 2009 es dar a conocer los países, instituciones y multinacionales que permiten al régimen de Israel violar el derecho internacional. Aquí debemos incluir la complicidad del gobierno priista mexicano. La visita de Shimon Peres, presidente de Israel, a México, y los acuerdos comerciales con el gobierno de Enrique Peña Nieto, esclarecen el verdadero motivo de la invitación a la FIL: no hay nada cultural, se trata de vulgares negocios y arreglos políticos. Peres criticó el muro entre Estados Unidos y México, pero no la ignominia del muro levantado ilegalmente por su gobierno en Cisjordania. Cinismo sionista.
Antier, la ONU aprobó por amplia mayoría una resolución que declara a 2014 Año Internacional de Solidaridad con el Pueblo de Palestina. Eso es muy loable. Desde ya, la Coordinadora CONTRA–FIL está presente.
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