martes, 25 de agosto de 2009

Comentario de Husni Abdel Wahed a la película Matzpen (martes 25 de agosto, 19 hrs. Sala Julio Bracho CCU)

Matzpen
Husni Abdel Wahed

Primero que nada, reciban un cordial saludo desde Palestina, junto con mis sinceras disculpas por ausentarme, debido a razones de fuerza mayor que me impiden compartir este importante espacio con ustedes.
También quisiera agradecer los esfuerzos de los organizadores de este evento, que cobra mayor importancia en estas circunstancias, donde escasean las posibilidades de llegar a un arreglo pacifico de este largo conflicto que ha causado tanta muerte, sufrimiento y dolor, así que iniciativas como esta, si bien es cierto no nos conducen a poner fin a la confrontación, sí nos hacen reflexionar y conocernos mejor lo cual debe incentivar a la sociedad civil y la opinión publica en todas partes para exigir el fin de a la ocupación israelí de los territorios árabes ocupados en 1967 y llegar a una paz justa y duradera.

Esta película y el equipo que ha realizado son sumamente valientes, honestos y creíbles. Pues desde las primeras imágenes, con la definición de lo que es Matzpen hasta el final mantiene una línea consecuente, sincera y cruda, no pretende quedar bien con una parte a costas de otra, no tiene que ser del gusto de todos, sin embargo tiene el valor de contar una historia diferente que contrapone a la historia oficial, que en palabras de uno de los personajes del film practica un adoctrinamiento y lavado de cerebros (se refiere a la historia oficial). Tampoco pretende convencer a nadie de que sus ideas hayan recibido la aprobación de grandes masas israelíes, al contrario, fue un reducido número de hombres leales a sus valores, convicciones y humanidad.
Otro aspecto importante, es que de una forma elegante y suave – a pesar de la cruda realidad, muestra los puntos de vista en la sociedad israelí que niegan la existencia del pueblo palestino y algunas menos duras, asimismo las diferentes etapas de este largo conflicto donde el denominador común y constante es la ocupación israelí, el desarraigo de los palestinos de sus hogares y la negación de sus derechos humanos básicos. Lo relevante es que los personajes no se conforman con el rol de narradores, sino tienen mucho que decir y desenmascaran al proyecto colonialista que representa el Estado de Israel, siendo consecuente consigo mismos y con sus ideales sin temor a la gran maquinaria propagandística que maneja el sionismo y sus aliados.
Un gran hito de este film es la claridad de la denuncia del chantaje que practica Israel contra cualquiera que se atreva a criticar sus políticas de ser antisemita, y esto nos recuerda que este es el elemento más usado y más temible de la propaganda sionista para reprimir las voces disidentes tanto en la sociedad israelí como en cualquier otra parte, me imagino que están al tanto de la polémica que ha generado la publicación de un artículo, la semana pasada, en un periódico sueco que denuncia la venta de órganos de palestinos asesinados a manos de soldados israelíes, el intelecto del Estado hebreo ha recorrido a este argumento nuevamente, sabiendo que es el más efectivo y temeroso.
Aunque de una forma indirecta, la película se refiere a los intentos israelíes de hacer desaparecer la identidad nacional del pueblo palestino y el redescubrimiento de esta identidad, como lo cuenta uno de los personajes palestinos, Dra. Ghada Karmy, quien por otro lado, al igual que los otros compatriotas suyos, destacan los lazos que los unen con los judíos de Matzpen, con quienes comparten muchos ideales y proyectos de futuro.
No sólo personas de ambos lados tienen coincidencias, sino también hay relaciones institucionales, como es el caso entre Matzpen y el Frente Democrático para la Liberación de Palestina, que evolucionó a mediados de la década de los setentas para abarcar otras facciones palestinas y partidos políticos israelíes, sobre la base de buscar los puntos de encuentro y la búsqueda de una solución global y duradera al conflicto árabe israelí y que a la vez ayudaron a desdemonizar el enemigo (aunque en este caso el trato y relación son de amigos). Estos encuentros no se limitan a los ideales y aspectos políticos, sino tienen un tacto humano muy valioso.
El proyecto desarrollado por Haim Hanegbi sobre las casas y sus antiguos moradores levanta una peculiar sensibilidad, especialmente entre los palestinos, pues la mayoría de los refugiados, aún guardan las llaves de sus hogares despojados y mantienen la esperanza de que algún día puedan volver a recuperarlos, en todo caso aunque no vuelvan, es importante reconocer su derecho como dice la Dra. Ghada Karmy y como concluye el mismo Hanegbi, quien afirma que si los judíos pueden volver después de 2000 años, por qué los palestinos tienen que renunciar a este derecho después de 50 años.
A pesar de que Matzpen ya no tiene la misma forma de antes, podemos afirmar que sus ideales aún permanecen y sus antiguos integrantes, en su mayoría, siguen siendo leales a sus convicciones.
Se afirma en el film que los militantes de Matzpen ¨fueron activos en los márgenes de la política israelí¨, no obstante, fue un fenómeno extremadamente valioso, porque fueron entre los primeros que rompieron el silencio y tuvieron el coraje de alzar sus voces contra la corriente, siendo judíos permitía que otros siguieran su ejemplo sin temor a ser tildados de antisemitas.
La experiencia de otros pueblos nos enseña que en los procesos de liberación nacional, es determinante el rol que desempeñan los sectores que se oponen a la ocupación para poner fin a la misma. El caso de Palestina y la ocupación israelí no es la excepción, pero lamentablemente observamos un retroceso de las fuerzas progresistas a favor del avance abrumador de la derecha y del ultra nacionalismo en Israel, que no sólo oprime al pueblo palestino y sus aspiraciones nacionalistas, sino también no tolera a sus propios ciudadanos que puedan discrepar con sus políticas, al punto de asesinar a su propio premier Itzhak Rabin, halcón sionista comprobado, por haber firmado los Acuerdos de Oslo.
Ehud Barak, ministro de defensa y otros dirigentes de Israel afirman diariamente que su ejército es el que más moral y que más valores tiene en todo el mundo, pienso que las denuncias y muchas imágenes difundidas demuestran lo contrario.
Daniel Cohen-Bendit afirma en este film que escribió en el año 75 ò 76 que Matzpen es el honor de Israel, personalmente estoy de acuerdo. No obstante, siempre fueron sectores minoritarios que abrazan ideas similares.
Ojalá Israel tenga más honor.
También quisiera destacar lo que dice Haim Hanegbi al final de esta película, que si hubiera algo por el cual se sentiría orgulloso es que se haya opuesto firmemente a la ocupación israelí en 1967 y en otra parte donde dice que ha mantenido su humanidad y que vivió sin vergüenza.
Como palestino que ha sufrido en carne propia este conflicto, sus amarguras y consecuencias, envío un cordial saludo y un sincero reconocimiento a Matzpen y a todos los israelíes que no han perdido su humanidad y que nos hacen creer aún en esta humanidad.
Vaya mi reconocimiento a mis entrañables amigos y compañeros que formaron parte de Matzpen, Eduardo Mosches, Peter Gellert y Pedro Lieger entre otros.

2 comentarios:

  1. Artículo por demás tendencioso. Me gustaría saber qué entiende el autor por "halcón sionista comprobado" o por "fuerzas progresistas" o por "humanidad" y no sé si el ser palestino le confiera a alguien el derecho de afirmar: "Ojalá Israel tenga más honor". A mi me parece absurda la frase "Ojalá México (Francia, Alemania, Burundu) tenga más honor"

    ResponderEliminar
  2. Quisiera agradecer la fina atención de Husni Abdel Wahed al enviar este comentario al documental del movimiento israelo-palestino Matzpen. Aunque su presencia es insustituible, estas palabras desde su tierra nos acompañaron y afirmaron una vez más la posibilidad de la escucha y el diálogo. Las apreciaciones sobre Rabin (compartidas por mucha gente) quedan documentadas en el film en tres momentos: como militar en 1967, luego en la Knesset (en la década del 70) cuando desde el podio es escuchado con aprobación por Beguin al decir que siempre se opondrán al surgimiento de un Estado palestino "irredento". La tercera imagen es la del flamante hombre de paz en Camp David. (Por cierto los halcones se oponen en el discurso político a las palomas y no a las víctimas). En fin, vale la pena ver la película para leer detenidamente (con los oídos) el comentario y contextuar cada una de las expresiones que han sido entrecomilladas porque todas provienen de una escucha atenta y de una observación cuidadosa y hospitalaria de los testimonios de Matzpen. Ojalá Husni Abdel Wahed pueda acompañarnos con su palabra de paZ cuando tengamos lista la segunda parte de este ciclo "¿Paz o pax en Medio Oriente?".

    ResponderEliminar